Caramba, caramba. Entre los "pecios" de Alvite, cargados de escepticismo,
las mujeres inteligentes que NO quieren casarse --que es lo mismo que lo
contrario, digo yo- y demás asuntos de amor y desamor; tanta pasión por
las mujeres y adoración por los hombres...¿no será que de tanto que lo
hablamos lo añoramos? Y siendo así, que tanto lo pensamos, lo olvidamos ¿Dónde
quedó el gesto, torpe o sutil, la mirada, pícara o inocente, el requiebro,
la duda, el suave tacto? La pasión.
¿Y la furia?
Si queréis recuperarla, ahí os va este poema de R.M.Rilke:
Apaga mis ojos, y podré verte,
cierra mis oidos, y podré oirte,
y sin pies podré llegar hasta tí,
y aún sin boca podré conjurarte.
Córtame los brazos, te adoraré
con el corazón como con la mano;
para el corazón, latirá el cerebro,
y si arrojaras fuego sobre mi cerebro,
aún te llevaría sobre mi sangre.
Sea. Mundi Velasco
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