El otro dia, en las pruebas de sonido que hicimos, cuando el festival de callos y boleros, habia alguno que cantaba para adentro, como uno de la tuna que, decian, tenia la piel tan tirante que cuando abria la boca para cantar no podia tocar el laud. O bien era timidez, lo que no corresponde a paisanos con canas en el pelo (algunos incluso sin pelo que dejar a las canas, decia el marques de la Peña Florida (?) que la timidez mas alla de los 18 es mala educacion, creo que se referia a las mujeres, pero que mas da, al fin y al cabo "nadie es perfecto" que decian al final de "Con faldas y a lo loco" ) o bien porque tienen un hilo de voz, como Nicholas Arden, que habia triunfado como cantante en el cine mudo. En la proxima actuacion decidimos si le dejamos cantar o le mandamos al coro de La Fresneda.
Salud
Alvaro
José Luis ALVITE
Del cantante Nicholas Arden escribió el columnista Chester Newman que en su garganta un cáncer de laringe se habría muerto de hambre. Nicky tenía un tenue hilo de voz. Con razón comentó el mismo Chester Newman que a Nicholas Arden la voz apenas le empañaba la saliva. Por lo visto, Nick decía que era un tipo nacido fuera de época. No le faltaba razón. Nicholas Arden habría triunfado cantando en el cine mudo. Aquel hilito de voz era como si le hiciese el nudo de la corbata El Estrangulador de Boston.
Como Nicky Arden todos tenemos un límite. El propio Chester Newman pasó apuros para cubrir un reportaje a doble página en el «Clarion». Se trataba de un trabajo sobre los bajos fondos. Mediada la segunda página y para llenar el resto, Chester se inventó un personaje que prendía al hablar. El editor del periódico descubrió el truco y en el siguiente reportaje a Chester le costó dar con una solución para llenar la doble página. Recuerdo que el reportaje acaba con una galerada en blanco. El editor le pidió explicaciones. Y Chester le dijo que aquel espacio en blanco era la entrevista con un tipo que prendía al callar.
Chester Newman sigue en activo y sus columnas las receta como laxante un médico cliente del Savoy. En cuanto a Nick Arden, su carrera cayó en picado. La última vez que le vieron actuaba en un local en el que los clientes paraban de masticar para poder escucharle. Desde hace un par de temporadas, el bueno de Arden anima las noches en un local en el que sale más gente que la que entra. Dicen que en una ocasión le llamaron de Hollywood para que doblase la cisterna del retrete en una película francesa. De sus días en el Savoy, recuerdo que al cabo de tres semanas, Ernie Loquasto le hizo la cuenta y le metió en un coche sin marcha atrás. Nicky había sido la peor atracción del club en mucho tiempo. Cuando el jefe contrató a un nuevo cantante, los clientes habían olvidado cómo se juntaban las manos para aplaudir...
No hay comentarios:
Publicar un comentario