4/26/2005

Caridad o solidaridad

Manejar cifras, datos, estadísticas y contabilidades, es algo que, tras
realizar el servicio militar - por cierto, afortunadamente ante de que
Felipe González nos metiera en la Guerra de Irak ¿lo recordáis verdad? - en
los servicios de estadística de la región Militar de Valencia, comprobé que
no era mi fuerte y que, para infortunio de nuestra administración de guerra,
había sido un error encargarme aquellas tareas. No obstante lo cual, los
cálculos que hace nuestra contertuliano Álvaro deberían matizarse, pues,
para mi tengo que, en un afán de confundir lo Público y lo Privado - por
otro lado muy común en nuestros socialistas - se olvida de que tal error,
muy probablemente intencionado, se debe a que estiman que el nutriente de la
Iglesia Católica viene del contribuyente que elige esa opción frente a otras
que supondría destinar tal importe a Organizaciones no Gubernativas -
aunque algunas tal vez no sean tan "no gubernativas" y tal vez de eso
provenga la confusión de lo Público y lo Privado. Además hay otros báculos,
hechos por especialistas, seguramente interesados y radicalmente
contradictorios a los que nos proporciona Álvaro, en los que la Iglesia, por
medio de sus actividades, que trascienden a la mera pastoral, contribuye con
su caridad - perdón por usar una palabra tan poco manida y casi en desuso,
debiera decir solidaridad - a la ayuda de los más necesitados y
proporcionando con ello un abundante ahorro a nuestros Gobiernos. Pasad por
el Naranco cualquier día a la vuelta del Yuma o de disfrutar de nuestro
Prerrománico, y deteneos a visitar a Las Hermanas de los Ancianos
Desamparados. Preguntad y enteraos de quien han sido los últimos en irse de
Sierra Leona tras los conflictos Bélicos: Medicus Mundi, La Cruz Roja, o,
sencillamente, los misioneros y monjas que allí estaban. Preguntad, si a
vuestro interés importa, quien es Cáritas y de que se nutre o,
sencillamente: El teléfono de la Esperanza, a la sazón, un sucedáneo del
psicólogo y psiquiatra de los pobres. Todo eso y mucho mas hace la Iglesia
católica. Esa Iglesia en la que algunos solo ven caspa, pedofilia,
grandilocuencia o Dogma. Esa Iglesia que ha influido, aunque nos cueste
reconocerlo, tanto en nuestra cultura y en la de toda Europa, esa Iglesia,
depositaria de Cultura y Creadora de Arte, esa Iglesia, para muchos tan
consoladora cuando por nuestra condición mortal vemos que inexorablemente
nos llega el momento de cuestionar nuestra capacidad de trascender, cuando
comprobamos que no somos Dioses, que solo nos parecemos a ellos un poco nada
mas.-

Cada día que pasa me pregunto a quien me recuerda ZP y, hoy, tras la
mención que Álvaro ha hecho, un tanto subliminal, de la misión tan dura que
el destino le ha deparado a la hora de cuestionar lo que pasa con los
dineros de la Iglesia, algo que hace con un alto grado de sacrificio por
esta suya y nuestra patria Herida, no por quiera hacerlo, sino porque el
deber se lo impone. Eso otro con quien lo comparo creía o nos pretendía
hacer creer, que era una encomienda casi divina. La de nuestro presidente -
cierto es reconocer que no llega a tanto - su cometido viene impuesto por
una visión radical y en contradicción, no solo con la mitad del Pueblo
español, sino con gran parte de la otra mitad , que si bien le ha aupado a
la Gloria, comparten un posición menos vehemente. Esto es algo que yo creo,
aunque puedo equivocarme, pues ni manejo números ni se hacerlo y estoy
dispuesto a rectificar sin ruborizarme. Espero que sabréis perdonarme si así
fuera.-


Arturo Gonzalez Gonzalez de Mesa

4/25/2005

los dineros de la Iglesia

.."Poner fecha de caducidad a los pagos del Estado con cargo al Presupuesto es un trago politicamente dificil para Zapatero, al que es episcopado ha acusado de anticlerical y laicista. (...) La iglesia Católica española es un conjunto de 40.000 instituciones: 67 diocesis, cientos de ordenes y congregaciones, 23.000 parroquias, mas de 14.000 fundaciones y asociaciones. Casi un tercio de su presupuesto de 2004 fue proporcionado por fondos públicos. La Iglesia católica conserva parroquias, construye templos, sostiene a unos 20.000 sacerdotes, ejerce el apostolado, se emplea en acciones sociales ¿Podría vivir por si misma?..."

Esto es parte de un articulo que sale hoy en El Pais, ¿donde si no?, referido a los dineros de la Iglesia Católica en España, que tendra continuacion los proximos dias y que os recomiendo. Algo hay que hacer, desde luego, con la ofensiva que estan lanzando, visto que la parte mas conservadora de la Iglesia ha logrado hacerse fuerte en el Vaticano, con tal osadia que recomiendan, ordenan casi, a los funcionarios que se nieguen a casar homosexuales, aun en el caso de que pongan en riesgo su trabajos, ¡¡Toma ya !! estan perdiendo los papeles a toda velocidad. Pedirle a los funcionarios algo asi es como si les dejaran sin el cafetin mañanero o los vinos del aperitivo. Ademas de la induccion a incumplir las leyes, (es como si a nosotros, humildes cartografos, nos piden que eliminemos el bonito pueblo castrillonense de La Ramera, la de Arriba y la de Abaxu, por sus connotaciones morales) desconocen los mecanismo mas intimos que mueve a los empleados públicos, exceptuando algunos laborales y estatutarios que son los que dan el "callo", que nos mueve unicamente el dinero y los agasajos.
Como se que estais muy ocupados, incluso algunos que son funcionarios, os acerco un articulo de hoy de LNE, de Victor Vazquez, anterior Director General de Medio Ambiente, cesado por los de Gijon, que tiene su interes porque responde a las manifestaciones del recien nombrado Obispo Auxiliar sobre los descubrimientos en Atapuerca.
Por lo demás, ayer segunda etapa de la ruta Oviedo-Covadonga por las caleyas, (Emilio tiene en proyecto Oviedo-Lourdes por ruta Transpirenaica y Oviedo- Fatima, por Tras os Montes) buen tiempo, barro hasta la rodilla y comida al aire libre. Tiempo para tomar un cafe y ver a Alonso en Nava, y como nuevos.

Salud
Alvaro


Carbono 14

VÍCTOR M. VÁZQUEZ

Que el mundo fue creado el año 4004 antes de Cristo, y más concretamente un domingo, el 23 de octubre, ya lo había sentenciado James Ussher, sesudo arzobispo de Armagh y primado de Irlanda, mediado el siglo XVII. Para ello sólo necesitó retroceder por la Biblia manejándola como una simple calculadora hasta alcanzar el Génesis.
Un par de siglos más tarde, a mitad del XIX, cuando Charles Darwin ya había formulado su teoría de la evolución, otro religioso británico, el obispo de Oxford, Samuel Wilbeforce, polemiza con Thomas H. Huxley durante una sesión de la Academia Británica para el Avance de la Ciencia, interrogándole sobre si su descendencia de los monos era a través de abuelo o de abuela y demostrando, ante el público y la historia, un total desconocimiento de la obra de Darwin, de la que el segundo fue un brillante conocedor y aguerrido defensor.
Pues bien, sólo hay que bucear un poco a través de la red de redes para descubrir cientos y cientos de páginas en los que el creacionismo sigue intentando desautorizar al evolucionismo. Esta cuestión, que en sí no es preocupante y que carece en general del más mínimo interés, salvo para los amantes del razonamiento absurdo, ha adquirido alguna relevancia en los últimos tiempos y a mí me ha producido una cierta desazón.
Así, LA NUEVA ESPAÑA del pasado domingo 17 de abril recogía las afirmaciones de otro prelado a propósito de los descubrimientos paleonto-antropológicos de la Sierra de Atapuerca; en este caso las del burgalés Cecilio Raúl Berzosa Martínez, a la sazón obispo auxiliar electo de Asturias -electo por designación directa de Juan Pablo II-, durante años director de informativos de COPE-Burgos, profesor de Teología Dogmática y preclaro discípulo del oficio santo del hoy ya Benedicto XVI.
La oportunidad mediática no fue casual; unos días antes se inauguraba en Gijón, en el marco de los actos del 25.º aniversario de la Fundación Príncipe de Asturias, una exposición sobre este notable yacimiento, también burgalés como el futuro obispo, en el que está sepultado, al menos, el último millón de años de la evolución del hombre; singularidad que le ha valido el título de Patrimonio de la Humanidad otorgado por la UNESCO.
El planteamiento de Raúl Berzosa es muy sencillo, se trata nada más que de pedir explicaciones a los científicos que interpretan los hallazgos en la Sierra y de desautorizar sus trabajos sobre la base de que no los demuestran desde su propia perspectiva dogmática. ¡Con la Iglesia hemos topao! Y digo yo, ¿no sería mejor que la Iglesia -ésta y las otras- aplicaran el método científico para explicarnos el origen de sus dogmas?
Con Juan Luis Arsuaga me une una joven pero enraizada amistad, asimismo le profeso un gran respeto y admiración por su trabajo y el de su equipo, y coincido con él en que no nos preocupan, ni nos ocupan, las perspectivas creacionistas. Es posible que allá para un domingo de octubre de 4004, tal vez día 23 -no lo pienso calcular-, ya encuentren su piedra filosofal. Es probable que en alguno de los universos de las variadas dimensiones que establece Stephen Hawking resuelvan sus enigmas. A lo mejor basta con que razonen por qué de los 4 trillones de estrellas existentes -y no sé cuántos astros más-, sólo en uno de ellos, un hombre y una mujer que jugueteaban a contarse los lunares de la piel, vigilando el firmamento, fueron expulsados de un supuesto paraíso.
Por otro lado, aquí en la tierra de los mortales, la Iglesia debería explicar desde la teología del dogma por qué denigra y margina a la mujer, por qué impide frenar pandemias como el sida, o al menos pone morrillos en el camino, por qué no ayuda a detener el crecimiento desorbitado de otras plagas como el hambre y la pobreza en el llamado Tercer Mundo, por qué no colabora en dar respuestas a la degradación ambiental que atenta contra la biodiversidad, por qué no condena todas las dictaduras y las guerras, y un largo etcétera. De ahí mi desesperanza antes mencionada.
A la Iglesia, en este nuestro pequeño mundo llamado Asturias, se la respeta con carácter general, ya sea por su compromiso en épocas recientes con los problemas de la región, o por su papel de custodia de los lugares emblemáticos en los que se originó y desarrolló el «asturorum regnum». La cristianizada Covadonga, santuario para católicos, ateos, paganos, agnósticos y demás -con Virgen pero sin pastorcillos-, es un referente para todos los asturianos. Lo mismo ocurre con los monumentos prerrománicos, civiles o religiosos, e incluso con las reliquias del Arca Santa y otras que se salvaguardan en la Catedral ovetense.
Acérquese, pues, a Asturias, señor obispo, con la humildad que se requiere para tan alto magisterio en su oficio (hay modelos anteriores en los que mirarse), aplique sus propias declaraciones mundanas a los razonamientos de su dogmática teología y sea bienvenido a una tierra donde todo el mundo es acogido con respeto y hospitalidad, en la que el agua sólo sabe a agua -aunque sea de otra marca- y la sidra sólo sabe a sidra.

Víctor M. Vázquez es miembro numerario permanente del Real Instituto de Estudios Asturianos.

Derechos humanos

Este articulo es un poco atrasado, de marzo, pero pienso que no pierde actualidad. Teniendo en cuenta la antigüedad de algunos de los Derechos Humanos: p.e. el de Autodeterminación es de la época de la primera guerra mundial, pues bueno... A ver si ahora se ponen un poco al dia. Esperemos.

Horacio Pérez


EL LADO OSCURO DEL VATICANO
POR CAROLINA FERNANDEZ
Siempre he pensado que la Iglesia tenía un cierto gusto por lo tenebroso, o un mal gusto, matizo. Lo vamos a ver un año más en las multitudinarias procesiones de Semana Santa, que están otra vez a la vuelta de la esquina. Siempre me ha llamado la atención con qué regocijo salen a la calle esos feligreses encapuchados portando al hombro pesadísimas figuras sangrantes, con los ojos desencajados por las torturas y el padecimiento físico. Esa forma enfermiza de recrearse en el dolor me parece, además de muy desagradable, un fenómeno digno de estudio. ¿Por qué tanto empeño en revivir una y otra vez el mismo episodio, regodeándose en el realismo macabro de las escenas? Apostaría a que en un manual de psiquiatría encontraríamos un nombre que definiera esa patología del gusto por el sufrimiento. En cualquier caso, resulta casi obsceno para aquellos a los que la tradición nos resbala por la pernera, y asistimos atónitos, cada año, al espectáculo dantesco de la Semana Santa.
Hallábame yo en estas reflexiones cuando leo, como por casualidad, y con la boca abierta hasta el suelo, que la Santa Sede no ha firmado la inmensa mayoría de las convenciones internacionales sobre derechos humanos que tiene en su carpeta las Naciones Unidas. Es decir, de ciento y pocas, la curia habrá estampado su sello en una decena, no más. Semejante pereza para la rúbrica resulta, como poco, chocante, con una institución que se llena la boca con el "amaos los unos a los otros". Y no es que los papeles de las Naciones Unidas tengan un clarísimo valor práctico, pero qué quieren, servidora no puede evitar mirar de reojo a un estado que no ratifica las convenciones que se han firmado sobre los genocidios, crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad o el apartheid. Ni tampoco las que tratan sobre la supresión de la esclavitud, los trabajos forzados, la tortura y la pena de muerte. Y siguiendo la lista de florituras, añadiremos que no encontraremos al estado Vaticano en la lista de los defensores de los derechos de los trabajadores, las mujeres, defensa de la familia y el matrimonio (sorpresa, sí, familia y matrimonio); y para completar la enumeración de no-apoyos, añadiremos las no ratificadas convenciones sobre la supresión de la discriminación basada en la sexualidad, la enseñanza, el empleo y la profesión.
Después de estas líneas, una se hace cruces tratando de imaginar qué estado será ése tan bárbaro, incivilizado, oscuro y terrorífico, capaz de ostentar semejante currículum. Porque apoyar y firmar supone un gesto, al menos, simbólico y de buena voluntad, y de gestos simbólicos y buenas voluntades la Iglesia sabe un rato. Otra cosa son los hechos.
Esta información está extractada de una interesante ponencia de A. G. Movellán (autor por cierto del libro "La Iglesia católica y otras religiones en la España de hoy") que aunque tiene año y medio de antigüedad, la doy por actual, dado que a mis oídos no ha llegado que en los últimos meses la Santa Sede se haya despiporrado firmando tratados a diestro y siniestro -calculo yo una media de cinco convenciones mensuales para ponerse al día con los países punteros en la defensa teórica de los derechos humanos-. Bastante tienen con apuntalar al santo padre para que no se desplome y deje a la institución huérfana antes de que se haya rifado su puesto y todo quede atado y bien atado.
Pues bien, esta sequía de ratificaciones es la manera de evitar el compromiso público y coloca a la Santa Sede a la cola de los estados defensores de los derechos humanos, por detrás por ejemplo de Ruanda. Y cierro la boca no porque se me acabe el asombro, sino porque se me seca la garganta.
Al hilo de estas reflexiones no puede una evitar acordarse de los escándalos de abuso sexual, las condenas por pederastia, los casos de violaciones de religiosas, repetidas y concienzudamente encubiertas, y otros episodios algo más alejados en el tiempo, pero igualmente cercanos en la memoria, como el estrechamiento de manos a individuos tan amantes de la raza humana como Pinochet. Luego vienen los arrepentimientos "por las faltas cometidas contra el hombre por los hijos de la Iglesia Católica".
Es sobradamente conocido que el mensaje original que en su día fue la piedra de la Iglesia católica, hace ya tiempo que se extinguió de los pasillos vaticanos. Su rastro sólo se puede encontrar en algunas actitudes personales, alejadas de Roma y cercanas a lugares de los que diríamos que están "dejados de la mano de Dios". Y suele coincidir que además de pelearse con toda suerte de avatares que la vida pone por delante, también tienen que torear la oposición, las críticas y el freno de sus propios compañeros de profesión. Qué ironía.
Me pregunto qué diría su Maestro de todo esto.
Nada más que añadir. ∆

4/21/2005

LULON

Dice hoy cierta prensa que "la mayor pelea del conclave (para elegir nuevo Papa) fué con la estufa", osea que estos del Vaticano como todos, unos mantas, porque cuando se pusieron a hacer la "fumata" ahumaron la Capilla Sixtina a base de de bien, y encima no se sabia si era blanca o negra. Despues vas de visita y una vez alli no te dejan hablar, respirar lo justo, nada de hacer fotos y menos con flash, no mires detenidamente ninguna pintura porque estan recien restauradas y sufren...y van estos cantamañanas (con perdon) y para anunciar que estas alli, queman las papeletas y meten el humo para dentro y despues hacen misa rodeados de velas. Un contrasentido, como la propia eleccion de Papa, o es que posiblemente ha de ser asi, y no son tan malos como los pinta Vicente. (ni tan buenos como los quiere Emilio).

Salud camaradas
Alvaro
P.D.: Me quedo con la historia de Lulon que cuenta Isabel Coto hoy en La Nueva España. Hoy jueves, San Anselmo de Canterbury, muy conocido para los que leen a Umberto Eco o hayan visto en el cine El Nombre de la Rosa, gran tertulia.



(...)«En una aldea de Asturias, de cuyo nombre no podría olvidarme» vivía hace algún tiempo un paisano de los de pantalón remendado, chaqueta de pana de indefinible color y boina de fieltro de negro desvaído por las muchas jornadas de trabajo a la intemperie. Lulón de «Velao», típico en su atuendo, encarnaba también algunos de los caracteres y valores de los campesinos de su generación, y tenía esa socarronería tan asturiana especialmente acentuada. Le gustaba desconcertarnos -a los niños del pueblo- preguntando: «¿Quién soy?». Si decíamos «Lulo Velao», él replicaba muy serio: «¡Cómo! Yo soy don Manuel de WenceslaoÉ», pero si contestábamos «Don Manuel», ponía la mano tras la oreja haciendo de trompetilla y decía: «¿Qué dices, nin? Nun te rías de un probe, que you nun tengo don, soy Lulón». Siempre tenía alguna frase irónica con que apostillar cualquier comentario. (La ironía, cuando sabe detenerse en los umbrales de la burla despiadada, es una de las más brillantes respuestas de la inteligencia humana ante el absurdo de la existencia y ante las injusticias de la vida).

Era Lulón, sin embargo, un tanto anacrónico en su tiempo, y tenía fama de raro entre sus vecinos. Se negaba a todo cambio o avance tecnológico, hasta el punto de no tener luz eléctrica en su casa (decía que sólo podría traer incendios y desgracias) y tampoco había querido cambiar la vieja llariega por la práctica cocina de hierro. Pero había un invento que parecía causar en él gran admiración y maravilla: muchas noches, especialmente en las largas veladas del invierno, llamaba a la puerta de mi casa para escuchar la radio a la hora del «parte». A veces, cuando no estaba aún encendida, mi padre, sabedor de su invencible miedo a la «corriente», le pedía: «Lulo, fáigame el favor de enchufar la radio». Y él, con un temeroso respeto, como si rindiese un obligado tributo a la magia que iba a permitirle escuchar aquellas voces lejanas, se quitaba la gorra y, envolviendo en ella cuidadosamente el enchufe para que los invisibles magos de la técnica no castigasen su osadía con un calambre, lo introducía cuidadosamente en la base.

Se emitía por aquellas fechas (que no podría datar con exactitud, pues pertenecen a ese tiempo de la infancia, paradójicamente dilatado y breve a la vez, que no sabe aún de medidas) una adaptación radiofónica del «Quijote». Desde el primer capítulo se enganchó Lulón a la novela fascinado, y, desafiando los más inclementes rigores de las noches de invierno, acudía invariable y puntualmente a la cita. Dejaba al lado del fogón el saco de gruesa arpillera que, doblando en forma de capucha, le servía de abrigo y cobertura, y se sentaba al lado de la radio, mirándola fijamente, como si adivinara en ella las imágenes y personajes descritos. En silencio, en la vieja cocina caldeada por la leña de carbayo, escuchábamos. Yo, a veces, miraba de soslayo a Lulo, tan alto y enjuto, el pelo cano, la barba de varios días, los grandes ojos negros perdidos en un sueño lejanoÉ Me venía a la mente otra imagen suya, cuando, al volver del trabajo algún atardecer, caballero en su pollina blanca, casi tocando el suelo con la punta de los pies, y pensaba si no podría ser él el Quijote montado en el burro de Sancho. Ahora pienso que era una interesante y curiosa mezcla de ambos personajes. Y pienso también al recordar su actitud de respetuoso silencio, celebrando las escenas más cómicas o los sucesos más grotescos con una risa sin estridencias -él que era inclinado a la carcajada fácil- que intuía desde su escasa formación toda la magnitud y el profundo significado del «Quijote», mejor que algunos críticos de entonces, que lo describían como una simple parodia de las novelas de caballería.

Cuando terminaba el capítulo guardaba todavía Lulón unos momentos de silencio. Y, él que gustaba tener siempre el último dicho ingenioso, sólo acertaba a decir: «Estu de don Quijote sí que ta bien traíu».

4/13/2005

El tiempo es un torrente incesante que lleva todos nuestros sueños...


Ya conociamos que los sistemas evolucionan a estados mas desordenados, al fin y al cabo es lo que dice la segunda ley de la Termodinamica que estudiamos, y sobre todo por nuestra experiencia domestica, tambien habiamos oido algo sobre las implicaciones de la teoria del Big Bang entre ellas que el Universo se creo de la nada desde un estado completamente liso, casi liso, bueno... con algunas arrugas, dice Hawking. Lo de las diez dimensiones, siete enrolladas, mas la dimension temporales es genial, debe serlo porque es una forma de predecir cualquier cosa, al tiempo que no me gustaria tener que explicarlo a alumnos con ganas de aprender.

Salud
Alvaro



Retrocediendo en la Historia

STEPHEN HAWKING

El físico Stephen Hawking, premio «Príncipe de Asturias» de la Concordia en 1989, abrió ayer, con la conferencia que se recoge íntegra en estas páginas, los actos del 25.º aniversario de la Fundación Príncipe.

Altezas, señor presidente de la Fundación Príncipe de Asturias, señor presidente del Gobierno de Asturias, autoridades, colegas laureados con los premios «Príncipe de Asturias», señoras y caballeros:

Es para mí un gran honor regresar a España para participar en la ceremonia de apertura del 25.º aniversario de los premios «Príncipe de Asturias». Estos premios nos proporcionan una plataforma internacional para el avance del conocimiento cultural, científico y espiritual de la Humanidad en todo el mundo. Veinticinco años son un aniversario importante en términos humanos, pero yo he venido a hablar del rebobinado de la Historia.
En la escuela, disfrutaba con la Historia. Todos aquellos reinos e imperios, su ascenso y decadencia, la sucesión de unos por otros, me fascinaban. En Europa, ascendió y cayó el Imperio romano. Siguieron una época oscura, el período medieval, el Renacimiento, la Revolución Industrial, los tiempos modernos. En poco más de dos mil años, menos de una millonésima de la edad del Universo, se ha desarrollado la mayor parte de la ciencia y la tecnología.
Consideramos la historia como una progresión en el tiempo, en la que un acontecimiento provoca otro, y así sucesivamente. Aunque a menudo la conexión causal no resulta obvia, un físico y matemático francés, el marqués de Laplace, formuló el principio de determinismo científico, a comienzos del siglo XIX: conocido el estado del Universo en un instante dado, las leyes de la ciencia predicen unívocamente su evolución futura. Se dice que Napoleón preguntó a Laplace qué papel ocupaba Dios en esta imagen y que Laplace le respondió, «Señor, no he necesitado esta hipótesis».
El determinismo científico también funciona retrospectivamente. Conocido el estado del Universo en un instante dado, hay una única historia anterior que ha conducido hasta él. Si es así, ¿por qué no contamos la historia hacia atrás? La razón es que, como habitualmente carecemos del conocimiento completo del estado del sistema, es más probable que podamos predecir su evolución futura que su historia pasada. Consideremos, por ejemplo, un rompecabezas en una caja, y supongamos que se halla en el estado ordenado en que todas las piezas encajan. Si agitamos la caja, es probable que el rompecabezas pase a un estado desordenado, en que la figura esté fragmentada y las piezas amontonadas sin regularidad alguna. Sin embargo, como el rompecabezas se hallaría ahora en un estado desordenado, sería muy difícil determinar que su historia anterior procedía del estado completamente ordenado. Para lograrlo, sería necesario conocer con exactitud el estado desordenado actual y el movimiento de la caja durante la agitación.
Esto constituye una manifestación de la denominada Segunda Ley de la Termodinámica, que es la forma científica de expresar con precisión la ley de Murphy: las cosas sólo van a peor. La Segunda Ley afirma que los sistemas evolucionan a estados más desordenados. La razón es simple: hay muchos más estados desordenados que estados ordenados. En el caso del rompecabezas, hay un solo estado completamente ordenado en que todas las piezas encajan, un cierto número de estados con algunos grupos de piezas encajadas entre sí, y un gran número de estados en que la figura está completamente fragmentada y las piezas amontonadas o diseminadas. Si el rompecabezas se halla en un estado parcialmente ordenado, es más probable que agitar la caja lo lleve a uno de los muchos estados más desordenados que a uno de los pocos estados más ordenados. En otras palabras, si agitamos la caja, es probable que fragmentemos aún más la figura. La probabilidad de que ésta se recomponga espontáneamente es muy remota.
La Segunda Ley de la Termodinámica se cumple porque, tal como explicaré posteriormente, el Universo empezó en un estado ordenado. A causa de la Segunda Ley pensamos que el tiempo se mueve hacia delante:

El tiempo es un torrente incesante que se lleva todos nuestros sueños.

Es decir, esta ley es la razón por la cual recordamos el pasado pero no el futuro. Realmente no conocemos cómo funciona el cerebro. Los cerebros de las mujeres me parecen especialmente misteriosos. Pero resulta razonable suponer que los humanos recordamos en el mismo sentido temporal en que lo hacen los ordenadores. Si éstos recordaran en sentido diferente del de los humanos, podríamos hacer una fortuna en la Bolsa con un ordenador que nos apuntara los precios de mañana. A diferencia de los cerebros humanos, comprendemos cómo funcionan los ordenadores, y es posible demostrar que cuando un ordenador registra una información en su memoria la cantidad total de desorden crece. Así, ordenadores, humanos y animales recordamos el pasado, y no el futuro.
Debido a la Segunda Ley, habitualmente contamos la Historia hacia delante. Decimos que los acontecimientos posteriores son causados por los anteriores, y no que los anteriores ocurrieran para conducir a los posteriores. Este enfoque de abajo arriba, como lo llamo, o del pasado hacia el futuro, funciona bien en situaciones en que podemos escoger el estado inicial y observar a qué resultado conduce. Sin embargo, desconocemos cuál fue el estado inicial del Universo y, ciertamente, no podemos ensayar estados iniciales diferentes y examinar qué tipos de universos producirían.
La razón por la cual desconocemos el estado inicial del Universo es que, tal como Roger Penrose y yo mismo demostramos, según la teoría general de la relatividad el Universo habría empezado con una gran explosión o «big bang». En ella, los campos gravitatorios habrían sido tan intensos que el espacio-tiempo estaría en una situación límite en que la teoría general de la relatividad no sería aplicable. Así, la relatividad general no puede predecir cómo empezó el Universo.
La razón por la cual la relatividad general deja de ser válida en el «big bang» es que no tiene en cuenta la teoría cuántica, la teoría de lo muy pequeño. Ésta deviene dominante cuando el Universo es muy pequeño, cerca del «big bang». Para comprender el origen del Universo, debemos combinar la relatividad general y la teoría cuántica. La mejor manera de hacerlo es utilizar la idea de una suma sobre historias, propuesta por el físico norteamericano -y percusionista ocasional de tambores de bongo- Richard Feynman. Según esta idea, el Universo no tiene una sola historia, como acostumbramos a pensar normalmente, sino todas las historias posibles, cada una de ellas con su propia amplitud de probabilidad. Habrá una historia en que la Luna esté hecha de queso verde, aunque quizá su probabilidad sea muy pequeña.
Habitualmente, se interpreta la suma sobre historias en un contexto de pasado hacia futuro, es decir, conocido el estado del Universo en un cierto instante, nos permite calcular la probabilidad de que el Universo se halle en un estado diferente en un instante posterior. Para ello, sumamos las amplitudes de probabilidad de todas las historias posibles que empiezan en el estado inicial considerado y terminan en el estado final en cuestión. Normalmente, una de las historias tiene una amplitud de probabilidad mucho mayor que las otras, y la llamamos la Historia del Universo.
¿Cómo podemos utilizar la suma sobre historias para estudiar el origen del Universo, cuyo estado inicial desconocemos? El trabajo de Penrose y mío demuestra que su estado inicial debe ser determinado por la teoría cuántica, y que no puede haber sido anterior a unos catorce mil millones de años. En 1983, Jim Hartle y yo propusimos una condición inicial para el Universo. Según ella, éste habría aparecido espontáneamente de la nada, como las burbujas de vapor aparecen espontáneamente en agua hirviendo. Al igual que las burbujas, el Universo primitivo se expandió rápidamente. Esta condición inicial para el Universo es denominada condición de ausencia de fronteras, porque implica que el Universo es creado espontáneamente de la nada, de acuerdo con las leyes de la ciencia. Podemos calcular entonces las probabilidades de los diferentes estados en que se podría encontrar el Universo en el presente, sumando las amplitudes de probabilidad de todas las historias que empiezan como una burbuja y terminan en el estado en cuestión.
Si se acepta que la condición de ausencia de fronteras es la prescripción natural para el estado cuántico del Universo, nos vemos conducidos a una visión profundamente diferente de la historia y de la relación entre causa y efecto. Según ella, no deberíamos seguir la historia del universo de abajo arriba -en otras palabras, de pasado a futuro- porque ello supone que existe una sola historia con un punto inicial y una evolución bien definidas. Más bien deberíamos trazar las historias desde el presente hacia el pasado, es decir, retrotrayéndolas desde la hipersuperficie de medida S correspondiente al instante actual. Las historias que contribuyen a la integral de camino no tienen existencia independiente, sino que dependen del valor de la magnitud que se está midiendo. Así pues, creamos la Historia mediante nuestra observación, en lugar de que la historia nos cree a nosotros.
Como ejemplo de ello, consideremos la dimensionalidad aparente del Universo. Según la teoría M, la mejor candidata a teoría física fundamental, el espacio-tiempo tiene diez dimensiones espaciales y una temporal. La idea es que siete de las dimensiones espaciales están enrolladas sobre sí mismas en un tamaño tan reducido que no nos resultan perceptibles, por lo cual sólo advertimos las tres dimensiones extensas restantes. Pero ¿por qué no hay más dimensiones extensas? ¿Por qué no todas las dimensiones están enrolladas sobre sí mismas? Hay buenas razones para pensar que la vida sólo es posible en tres dimensiones espaciales. Dos dimensiones no bastan: un animal bidimensional con un tubo digestivo caería en dos pedazos. En cuatro o más dimensiones, las órbitas planetarias y los átomos no serían estables. Muchos investigadores se resisten a apelar al principio antrópico, que afirma que nuestro Universo se distingue de todos los demás posibles universos por el hecho de contener seres inteligentes que lo observan. Prefieren creer que existe algún mecanismo que hace que todas las dimensiones menos cuatro se enrollen espontáneamente o bien, alternativamente, que quizá todas las dimensiones empezaron enrolladas en un tamaño minúsculo, pero por algún motivo cuatro de ellas se expandieron y las restantes no.
Lamento decepcionar estas esperanzas, pero no creo que haya razón dinámica alguna para que el Universo parezca cuatridimensional. En cambio, la propuesta de ausencia de fronteras predice una probabilidad cuántica para cualquier número de dimensiones espaciales extensas, entre 0 y 10. Por ejemplo, habrá una cierta probabilidad de que el Universo tenga diez dimensiones espaciales extensas. Sin embargo, el valor de esta probabilidad es insignificante, porque no vivimos en diez dimensiones. No nos estamos preguntando por las probabilidades de que la dimensionalidad del Universo tenga valores diversos. En lo que respecta a la probabilidad de que haya tres dimensiones espaciales extensas, no es exactamente nula, y no importa cuán pequeña sea en comparación con las de los otros valores de la dimensionalidad. Vivimos en un Universo que parece cuatridimensional, de manera que sólo estamos interesados en las probabilidades de los estados con tres dimensiones espaciales extensas. Esto puede sonar parecido al argumento del principio antrópico de que la razón por la que observamos que el Universo es cuatridimensional es que la vida sólo es posible en cuatro dimensiones. Pero aquí el argumento es diferente, porque no depende de si cuatro dimensiones son la única posibilidad de existencia de vida, sino que se basa en que la distribución de las probabilidades correspondientes a los otros valores de la dimensionalidad es irrelevante, porque ya hemos medido que estamos en cuatro dimensiones.
En la teoría M, las siete dimensiones restantes están enrolladas formando un minúsculo espacio interno. La forma de éste determina los valores de magnitudes físicas, como la carga del electrón, y la naturaleza de las interacciones entre partículas. Es bien sabido que la teoría M tiene muchas soluciones con espacios internos diferentes. Si construimos la Historia del Universo de abajo arriba, del pasado hacia el futuro, no hay razón para que deba terminar en el espacio interno correspondiente a las interacciones que observamos entre las partículas, que es denominado el modelo estándar. Sin embargo, si nos preguntamos por la probabilidad de un estado con un espacio interno dado, sólo estamos interesados en las historias que terminan en dicho espacio interno. Por lo tanto, debemos trazar las historias de arriba abajo -desde el presente al pasado-, es decir, retrospectivamente desde la hipersuperficie actual.
Podemos calcular la amplitud de probabilidad del espacio interno correspondiente al modelo estándar tomando como base la propuesta de ausencia de fronteras. Análogamente a lo que ocurre con la dimensionalidad, no importa cuán pequeña sea esta probabilidad en comparación con las de las demás posibilidades. Sería como estar preguntando por la probabilidad de que yo fuera chino. Sé que soy británico, aunque la probabilidad de que hubiera sido chino es de hecho más elevada, porque hay más chinos. Análogamente, sabemos que la teoría para bajas energías es el modelo estándar, aunque otras teorías puedan tener una probabilidad más elevada. El modelo estándar rige casi todo lo que experimentamos, toda la química y toda la biología. En particular, permite la existencia de cadenas largas de átomos de carbono, que son la base de la vida sobre la Tierra. Es concebible que un espacio interno diferente pudiera permitir una forma de vida completamente diferente. Sin embargo, con la mayoría de los espacios internos, dichas estructuras complicadas no serían estables, de manera que la vida no sería posible.
Aunque las probabilidades relativas correspondientes a estados radicalmente diferentes carecen de importancia, las de los estados vecinos sí resultan relevantes. La propuesta de ausencia de fronteras implica que la amplitud de probabilidad es máxima para las historias en que el Universo empieza en un estado completamente liso. La amplitud se reduce cuanto más irregular es el universo. Ello significa que el Universo primitivo debió haber sido casi liso, pero con pequeñas irregularidades. Podemos observar estas irregularidades como diminutas variaciones en las microondas procedentes de las diferentes direcciones del firmamento. Estas diminutas variaciones han sido medidas por el satélite MAP y se comprueba que concuerdan exactamente con las predicciones teóricas. Esto constituyó un triunfo para los que las habíamos predicho mucho antes de que se hubiera podido detectar variación alguna.
Las pequeñas irregularidades en el Universo primitivo habrían crecido bajo la influencia de la gravedad y conducido a la formación de galaxias, estrellas y, en último término, a seres considerados inteligentes, como nosotros, que podemos observar el Universo y escoger aquellas de sus historias que terminan en el estado en que nuestra existencia es posible. Que la amplitud de dicho estado no sea nula es una predicción de la propuesta de ausencia de fronteras. Quizás Hartle y yo la hubiéramos debido patentar, y pedirles royalties a todos por su existencia.
En síntesis, enfocar la cosmología del pasado hacia el futuro, de manera que la historia del Universo transcurra hacia delante en el tiempo, sería apropiado si supiéramos que el Universo tuvo en el pasado una cierta forma particular. Sin embargo, en ausencia de tal conocimiento, es mejor trabajar del presente hacia el pasado, retrotrayendo desde el estado actual las historias que contribuyen a la integral de camino. Ello significa que las historias del Universo dependen de lo que se está midiendo, al revés de la idea habitual de que el Universo tiene una historia objetiva, independiente del observador. La suma de Feynman permite cualquier historia posible del Universo y la observación selecciona aquella subclase de historias que tienen la propiedad que se está observando. Hay historias en que el Universo se colapsa tras una existencia muy breve, o en que tiene once dimensiones, pero no contribuyen a las probabilidades que medimos. Llamo a esto el principio de selección, más que el principio antrópico, porque no depende de la existencia de vida inteligente. Quizá la vida sea posible en once dimensiones, pero sabemos que vivimos en cuatro.
¿Qué significa decir que el Universo tiene muchas historias alternativas? ¿Cuál es la historia real del Universo? Para contestar preguntas filosóficas tan profundas, creo que debemos adoptar el planteamiento positivista de Karl Popper y otros, según el cual una teoría es tan sólo un modelo matemático para describir las observaciones, y no tiene derecho a identificarse con la realidad, sea lo que sea lo que esto signifique. Podría ser que dos modelos muy diferentes lograran describir las mismas observaciones: ambas teorías serían igualmente válidas, y no se podría decir que una de ellas fuera más real que la otra. Según la filosofía positivista, el conjunto de historias que conducen a un estado con un espacio interno dado, definen un modelo matemático consistente. Hay un modelo para cada espacio interno, y por lo tanto un número muy elevado de universos posibles.
Estos resultados constituyen una decepción para los que esperaban que la teoría última predijera la física que conocemos. No podemos predecir caracteres discretos como el número de dimensiones extensas del Universo o el espacio interno que determina las magnitudes físicas que observamos, sino que usamos éstos para seleccionar las historias que contribuyen a la suma. Parece que existe un amplio panorama de espacios internos admisibles. Vivimos en una región permitida antrópicamente, en la cual la vida es posible, pero creo que habríamos podido escoger un lugar algo mejor.

Gracias y buenas noches.

4/11/2005

Torpedo en la linea de flotacion de la modernidad

He leido por ahi que el ejemplo de miles de jovenes que llegan a Roma, cargado con mochilas y se ponen a rezar el rosario en medio de la calle son un torpedo en la linea de flotacion de la modernidad, osea, de la progresia (de los "rogelios", como dice Capmany). Y es que se escriben muchas cosas en estos tiempo mediaticos y globales, algunos cumplen a rajatabla lo que dijo Bernard Shaw de un colega, "la naturaleza, no contenta con negarle la facultad de pensar, le confirió el don de escribir".
Ya se que en estos momentos no es de buen tono ser materialistas, pero lo cierto es que el sorteo del euroMillon de hoy tiene un bote de 62 millones de machacantes, osea, mas de diez mil millones de pesetas. Naturalmente yo llevo una apuesta, una manera como otra cualquiera de tirar dos euros al cagañal, mejor estarian invertidos en una buena copa de vino. De cualquier forma, al que le toque no debería olvidar lo que dice Alvite sobre esto, "No es bueno derrochar el dinero a manos llenas para impresionar a la gente. Lo que te da empaque no es que se te vea, sino que se te presienta". hay otras formas de impresionar, o mejor, de chuleria, como la de aquel ladrón que en el atraco a un banco ofreció una importante cantidad de dinero para que lo sacaran a hombros hasta el coche los empleados de la sucursal.
Hoy me quedo con el articulo de Millás, por si la linea de flotación está tocada.

Salud
Alvaro


Conmoción
Por Juan José Millás
El País

Llevabas razón, madre, si te significas demasiado, al final te quedas más solo que la una. No volveré a hacerlo. Ahí van, como muestra de mi arrepentimiento, estas líneas hondamente sentidas sobre el Papa: ha muerto un campeón de la libertad, un hombre que llevó a la Iglesia a cotas increíbles de democracia interna y que reconoció los derechos de los colectivos tradicionalmente perseguidos u olvidados, fueran pobres, mujeres, homosexuales o filatélicos (en el caso de que la filatelia sea una opción venérea, que ahora no caigo).
Su odio a las tiranías fue tal que administró la eucaristía a Pinochet, también conocido como el libertador del Cono Sur, con el que la Iglesia de Juan Pablo II colaboró activamente y sin complejos. Y hablamos de Pinochet por no mencionar a héroes menores como Videla, que llevó a cabo su misión redentora gracias a la eficaz ayuda de los obispos argentinos.
Ojalá que la Iglesia no aproveche este óbito para relegar de nuevo a la mujer a la condición servil de la que Wojtyla la rescató. Ojalá que el Vaticano continúe apostando por las comunidades de base, por los desheredados de la Tierra, como hizo Juan Pablo II al apoyar a los teólogos más comprometidos con la difusión del mensaje de Cristo entre los pobres.
Pido a Dios que ilumine a los cardenales para que elijan un sucesor capaz de continuar la revuelta que este hombre llevó a una institución ya de por sí avanzada.

¿O acaso podremos olvidar los españoles la complicidad, dicho sea en el mejor sentido de la palabra, de la jerarquía eclesiástica con Franco, cuyas torturas aplaudió hasta quedarse sin manos? Y es que también Franco, como ha demostrado la historia, era otro campeón de la libertad. ¿Para cuándo su beatificación?
No volveré a quedarme solo. En el futuro repetiré lo que ordene la tele, aunque contradiga mi experiencia. Escribo estas líneas al sol de abril, en la terraza de una cafetería.
Nadie, a mi alrededor, da muestras de haber sufrido una gran pérdida, pero debe ser un efecto óptico porque los telediarios hablan de un duelo universal, que afecta a todos y cada uno de los habitantes del planeta. Me rindo, mamá, y en este acto abomino del condón y me adhiero al discurso único.

4/04/2005

Libertad, dignidad, razon y prosperidad

Hoy dice la prensa que esperan dos millones de turistas/fieles en Roma para los funerales del Papa, en el Trastevere se estan frotando las manos porque ya se sabe lo del muerto al hoyo y el vivo al bollo, aunque sea el caso de un gran Papa como fue el polaco, un gran papa para la Iglesia Catolica que ha defendido el dogma por encima de voces que pedian actualizar el mensaje. Con seguridad, quien lo tenga que juzgar en el otro mundo sera de otra manera porque ya se sabe que "En el cielo un angel no debe tener nada de extraordinario" .
Por otra parte la Iglesia despliega su tradicion y su bien hacer en estas ocasiones, de la mano de un camarlengo hispano y de aqui a la fumata blanca nos esperan jornadas llenas de tradicion, propaganda, recogimiento y hastio, en lo que son maestros nuestros clerigos. Ayer mismo, hubo en la catedral una ordenacion de tres sacerdotes que duro desde las seis hasta las nueve, de tal forma que los asistentes salian (de la casa del Señor, despues de haber entrado cantando) despavoridos a la Gran Taberna para beber algo fuerte y reponerse de tanto ritual y aburrimiento. No me extraña que no se ordenen mas curas, es una prueba muy dura para los familiares y amigos.
Hay en la prensa buenos articulos sobre el Papa muerto y sobre la Iglesia, Manuel Castells, en la Vanguardia, Juan Cueto en El Pais o Miret Magdalena en El Periodico. Por eso, lo que sigue es un fragmento de "Dios y el Estado" de Mijail Bakunin, para contrastar mas que nada.

salud
Alvaro
P.D.: Este jueves no puedo tertuliar pero si estais de acuerdo lo hacemos el jueves siguiente, que lo digan los que viajan, juegan al padel o tienen cita en casas de lenocinio.



(...) Dios padre, viendo, desde lo alto de su esplendor eterno, que ese pobre Dios hijo,
achatado y pasmado por su caída, se sumergió y perdió de tal modo en la que,
aun llegado al estado humano, no consigue encontrarse, se decide, por fin, a
ayudarlo. Entre esa inmensa cantidad de partículas a la vez inmortales, divinas e
infinitamente pequeñas en que el Dios hijo se diseminó hasta el punto de no poder
volver a reconocerse, el Dios padre eligió las que le agradaron más y las hizo sus
inspirados, sus profetas, sus “hombres de genio virtuosos”, los grandes
bienhechores y legisladores de la humanidad: Zoroastro, Buda, Moisés, Confucio,
Licurgo, Solón, Sócrates, el divino Platón, y Jesucristo, sobre todo, la completa
realización de Dios hijo, en fin, recogida y concentrada en una sola persona
humana; todos los apóstoles, San Pedro, San Pablo y San Juan, sobre todo;
Constantino el Grande, Mahoma; después Carlomagno, Gregorio Vll, Dante;
según unos Lutero también, Voltaire y Rousseau, Robespierre y Dantón, y muchos
otros grandes y santos personajes históricos de los que es imposible recapitular
todos los nombres, pero entre los cuales, como ruso, ruego que no se olvide a San
Nicolás.
Henos aquí, pues, llegados a la manifestación de Dios sobre la tierra. Pero tan
pronto como Dios aparece, el hombre se anula. Se dirá que no se anula del todo,
puesto que él mismo es una partícula de Dios. ¡Perdón! Admito que una partícula,
una parte de un todo determinado, limitado, por pequeña que sea la parte, sea una
cantidad, un tamaño positivo. Pero una parte, una partícula de lo infinitamente
grande, comparada con él, es, necesariamente, infinitamente pequeña. Multiplicad
los millones y millones por millones y millones; su producto, en comparación con lo
infinitamente grande, será infinitamente pequeño, lo infinitamente pequeño es
igual a cero. Dios es todo, por consiguiente el hombre y todo el mundo real con él,
el universo, no son nada. No saldréis de ahí.
Dios aparece, el hombre se anula; y cuanto más grande se hace la divinidad, más
miserable se vuelve la humanidad. He ahí toda la historia de todas las religiones;
he ahí el efecto de todas las inspiraciones y de todas las legislaciones divinas. En
historia el nombre de Dios es la terrible maza histórica con la cual los hombres
divinamente inspirados, los grandes “genios virtuosos” han abatido la libertad, la
dignidad, la razón y la prosperidad de los hombres.(...)

OVIEDIN


"Plaza de una ciudad. A la derecha, en primer término, fachada de una hostería con puerta practicable y en ella un aldabón. Encima de la puerta un letrero que diga: hostería.

Escena primera (Leandro y Crispin, que salen por la segunda izquierda)

Leandro. Gran ciudad ha de ser esta, Crispin; en todo se advierte su señoría y riqueza.
Crispin: Dos ciudades hay. ¡Quiera el Cielo que en la mejor hayamos dado!
Leandro. ¿Dos ciudades dice, Crispin?. Ya entiendo: antigua y nueva, una de cada parte del rio.
Crispin. ¿Que importa el río, ni la vejez, ni la novedad? Digo dos ciudades como en toda ciudad del mundo: una para el que llega con dinero, y otro para el que llega como nosotros......"

Podría ser Oviedin, al menos como la quiere la actual corporacion gabiniana, rica y señorial, y para ricos y pobres, alternativamente, pero es una ciudad imaginaria de Italia en el siglo XVII, que imagino Jacinto Benavente para los Intereses Creados. Tiene que ver con las declaraciones del alcalde de la Cité denunciando que el actual gobierno regional quiere "disolver" la capitalidad de Oviedo en el nuevo ente de "Area Metropolitana" (hoy dice Neira en LNE que quieren arreglar el teatro de la Universidad laboral para quitarle a Oviedo la Opera, apuntandose al carro) y algo de razon tiene. Gabino sabe manejar muy bien los tiempos politicos y siempre arranca votos. Lo que no dice es que el tiene su parte de responsabilidad en le decaimiento comercial y de servicios que se da en Oviedo ahora, y que han sido su imagen de marca, junto con la capitalidad. Oviedo está pagando la politica decorativa sin mas trasfondo, la carestia de los pisos y locales, la dispersion de la Universidad, la escasa programacion cultural, los impuestos mas caros, el derroche y el deficit galopante. Al final, apela al localismo primario para hacer demagogia.

Salud
Alvaro
P.D.: De tertulia no se, pero este sabado vamos de Peña Gastronomica, y esta vez para cerrar el invierno vamos al Sastre de Noreña, que nos va a hacer un traje de callos y sabadiegos, a alguno le quedará grande.

4/03/2005

Con un par....

Decia Quevedo que los ojos pequeños tienen niñas y los grandes mozas, y Jardier Poncela que en la batalla de Sedan, les dieron.... cosas tan creativas, e ingenuas, como los intentos de la nueva cocina, los nuevos cocineros, de deconstruirlo todo. Ya lo hizo Ferran Adria con su tortilla española y ahora los novisimos con el huevo frito. Aqui se puso de moda hace tiempo los huevos rotos, que son lo contrario de los deconstruidos, osea, "esgonciaos", con el copyrigt de la Sidreria Los Lagos. Hoy no faltan en el menu de cualquier sidreria. Pero donde esten unos huevos estrellaos con unas patatinas fritas y un poco de pan, que se quiten los experimentos. De esa ha montado Lucio un buen negocio que amenaza tomar por asalto toda la Cava baja de Madrid. Lo que tienen mas jodido decontruir es una chuleta, a menos que le quites su carnet de identidad (el hueso) como hicieron cuando lo de las vacas locas , aunque bien mirado, nuestros clasicos cocidos son deconstrucciones de un plato mas antiguo, seguramente de peor factura. Y si no, aqui estan los garbanzos por un lado, el chorizo y el tocino por otro, las patatas para rellenar, y el caldo con los fideos deconstruidos en otro plato. Hay gente que se empeña en juntarlo todo pero esta pensado para comerlo asi, expresamente, por un genio. Al pote asturiano le pasa parecido, la fabada sin embargo es tan novedosa que todavia han de pasar por el filtro de su perfeccionamiento, si es que se va a seguir comiendo, que ya veremos.
Por cierto, la mi muyer ha deconstruido durante años los huevos fritos, inevitablemente tenian la culpa la sarten que se pegaba, la espumadera, el fuego, el aceite o una llamada inoportuna de telefono. Hoy como unos buenos huevos "esgonciaos" sin copyrigt.

Que aproveche
Alvaro



Con un par...

Por Carlos Maribona
ABC
Para muchas culturas milenarias los huevos eran elementos sagrados, símbolos de la vida. En nuestro tiempo, cuando por exigencias de lo que llamamos civilización ya no creemos en casi nada y hemos renunciado a todo lo que huela a sagrado, seguimos rindiendo pleitesía a los huevos, sobre todo si son de gallina -de campo, claro- y están fritos.
Porque los huevos fritos son el plato más sencillo que podamos imaginar pero también el más popular. En una encuesta hecha por el gastrónomo Leopoldo Pomés entre más de mil quinientas personas, anónimas y populares, fueron elegidos como plato preferido por más de quinientas, sin contar casi doscientos que los citaban en el arroz a la cubana.

Rafael Alberti, Serrat, Álvaro Mutis, Berlanga, Alejandro Sanz o Amparo Rivelles, por citar sólo algunos de los más conocidos, declaraban los huevos fritos como su sabor predilecto. Por no hablar de cocineros de vanguardia como Juan Mari Arzak o Ferrán Adriá, que siempre afirman que no hay nada mejor en la mesa.

Y es que el espectáculo de los huevos fritos no tiene parangón: dos esferas amarillas sobre un fondo blanco brillante y ondulado con sus puntillitas doradas en los bordes. Puro arte.
Sólo necesitamos un trozo de pan -y en el colmo de la sofisticación unas patatas bien fritas- y el milagro está hecho. Como alguien ha dejado escrito, si no existieran, habría que inventarlos.
Pues bien, en estos tiempos de tensión y crispación, tres hombres de la restauración se reunieron ayer en el Foro Gastronómico del Salón de la Alimentación, que se celebra en Madrid, para tratar una sesuda cuestión: ¿existe el huevo frito perfecto? Y cada uno hizo lo que pudo.
Lucio Blázquez, el hombre que ha dado nombre a los mejores -los huevos de Lucio son ya un mito-, y Félix Cabeza se decantaron por lo clásico. Paco Roncero, joven cocinero que representa lo mejor de la nueva cocina, hizo una deconstrucción.
Ya saben, se separan las cosas -en este caso yema y clara- para reunirlas después. El resultado no es malo, pero la afición se quedó con los de siempre.
Y es que aunque la cocina avance por los terrenos de la alquimia, donde esté un buen par de huevos -de los de toda la vida- que se quite lo demás. Los genios no son los nuevos cocineros. El genio es el primero que frió un huevo.