2/28/2008

Elecciones

Antes de entrar en la cuestión no quiero dejar pasar que en coincidencia con la campaña electoral para las elecciones generales, que como es lógico absorben casi toda la información, hay otra campaña electoral mucho mas modesta y local pero no menos intensa en su ambito, y es la convocada para elegir a la Junta Directiva de la Asociación de Amigos de la Opera de Oviedo, gestores de la temporada operística asturiana.
Para resumir, por primera vez en la renovación de esta Junta Directiva se ha presentado una candidatura alternativa a la actual, que pretende una renovación en profundidad de los aspectos artisticos y tambien de los organizativos y de las relaciones con los distintos estamentos y organizaciones que participan en el Festival. El motivo hay que buscarlo en la incompetencia en la gestión, en el hermetismo sobre las cuentas y en las sospechas de nepotismo en la contratación de personal para tareas administrativas que ha ejercido el equipo actual, que se ha evidenciado en la salida de tres miembros muy importantes de la directiva. Tal como se lleva a cabo la campaña y lo previsto en los estatutos para el momento electoral es suficiente para anular todo el proceso, porque incumple los mínimos exigidos en cualquier proceso democrático, exigible a toda asociación cultural generosamente subvencionada por las administraciones públicas.

En comparación, nuestro exquisito sistema electoral es inmaculado con el procedimiento y las oportunidades que se le conceden a los distintos candidatos, y el caso singular del candidato del partido popular por Asturias, el aún alcalde de Oviedo, no pasa, a pesar de todo, de ser una anécdota que nos relata Javier Cuartas en El País.


"Dirigiré Oviedo con el móvil"
JAVIER CUARTAS - Oviedo - 23/02/2008

Gabino de Lorenzo, alcalde de Oviedo desde 1991, suele comparecer vestido de personaje de zarzuela para presentar la temporada lírica ovetense y ha protagonizado mítines (mayo pasado, en las elecciones locales) disfrazado de revisor de RENFE accidentado, con collarín, brazo en cabestrillo y magulladura tras ser supuestamente arrollado por "un ferrocarril de los socialistas".

Pero ahora que ha dado el salto a la política nacional, como cabeza de cartel del PP al Congreso por Asturias, el alcalde ovetense incorpora, además de monólogos en asturiano, imitaciones de Rodríguez Zapatero y Pedro Solbes para amenizar sus muy escasas comparecencias públicas.

Porque De Lorenzo (Oviedo, 1943) apenas dará mítines, se niega a ser entrevistado (salvo por escrito) y dirige una campaña populista y personal, con notas y comunicados, al margen del método de su partido. Tampoco ha aceptado debates.

En enero, nada más ser proclamado candidato al Congreso, se estrenó descalificando al presidente regional del PP, el senador Ovidio Sánchez, al que acusó de no trabajar, de ser un perdedor y de pensar sólo en su cargo orgánico. No hubo expediente y Sánchez incluso lo disculpó: Gabino de Lorenzo, aseguró el agraviado, "no es un político al uso, es un
político peculiar. Ésa es su grandeza. Gabino de Lorenzo es como es".

Desde entonces ha seguido desafiando al partido: ha pedido perdón dos veces al ex presidente de Asturias Sergio Marqués por haber contribuido a expulsarlo del PP en 1998, en una manifiesta desautorización de Álvarez-Cascos, pero también de Aznar, Acebes y de la dirección regional
del PP.

Es el político que más cobra de Asturias (84.586 euros brutos anuales) y supera los ingresos de 14 de los 17 presidentes autonómicos, pero apenas va a los plenos municipales: desde 2006 sólo ha acudido a la mitad.

Hace dos años se declaró gallardonista, pero -al contrario que al alcalde de Madrid- Rajoy sí ha permitido a De Lorenzo aspirar a diputado pese a tener que compartir el escaño con la alcaldía. Asegura que dirigirá el Ayuntamiento desde Madrid con el teléfono móvil.

2/23/2008

Escisiones

Se preguntaba en El Pais el periodista Miguel Angel Aguilar respecto a la declaración de independencia del Kosovo: "¿De verdad Kosovo es un proyecto atractivo para ofrecerlo a la población del País Vasco?" pocos dias antes de que en medio de graves desordenes en la capital serbia fueran quemada la embajada norteamericana y sufriera daños la representación croata y se abre un periodo de incertidumbre que no auguran nada bueno en un area con un pasado reciente que no debería olvidarse facilmente.

¿Un Kosovo para Euskadi? MIGUEL ÁNGEL AGUILAR

En lo que preferiríamos considerar como un arrebato pasajero, la portavoz del Gobierno Vasco, Miren Azcarate, ha dicho que Kosovo supone una lección sobre el modo de resolver de manera pacífica y democrática conflictos de identidad y de pertenencia. Si la propuesta del lehendakari,

Juan José Ibarretxe, guardara algún paralelismo con el abismo de Kosovo, las vascas y los vascos harían bien en apresurarse y tomar distancia de semejante dislate. Porque la proclamación unilateral de independencia formulada el domingo por las autoridades hasta ahora provinciales de Pristina abre un panorama atroz, por completo disuasivo para quienes como nuestros compatriotas se han dado una autonomía ejemplar como la del Estatuto de Guernica en el marco de la Constitución de 1978.

La cuestión es si alguien en su sano juicio cambiaría la vida en el Euskadi autónomo por el desastre de Kosovo

Todo el itinerario hasta ahora recorrido por Kosovo hacia su independencia es un vía crucis disparatado, al que han conducido acciones y reacciones de una y otra parte -serbia y albanesa- definidas siempre por su carácter provocador con resultados sangrientos. A lo que hemos asistido es al intento de bautismo de un nuevo Estado étnico. La prensa, que ha informado de la alegría ingenua de banderas y danzas folclóricas protagonizada por la mayoría albanesa, da también cuenta del pánico que ha hecho presa en la minoría serbia. Llegados aquí, conviene señalar, como observa José María Ridao, que en Europa hemos dado en llamar etnia a toda diferencia política, siempre que haya sido pasada por las armas. Reconozcamos que el proceso seguido en los Balcanes para la pulverización de Yugoslavia ha sido el alineamiento étnico. Es decir, del retroceso al primitivismo originario carente de cualquier sentido racional. Su impulso motor obedece al instinto más elemental de supervivencia. Porque la mera condición ciudadana ha pasado a convertirse en peligrosa tierra de nadie, en retroceso acelerado hacia su extinción. Por eso, cada quien debió rastrear en sus raíces, en sus creencias, en su parentela o en su genealogía para encontrar alguna pertenencia salvadora que invocar en la que refugiarse. Es lo que sucedía en aquel cuento a propósito de la identificación de coreanos del Norte o del Sur, condición definidora de un antagonismo que nadie quería revelar -coño, dilo tú primero- sin saber previamente la de su interlocutor armado.

Inútil repetir que el itinerario cumplido en el proceso de Kosovo está en flagrante contradicción con la legalidad internacional, que viola la resolución 1.244 del Consejo de Seguridad -bajo la cual se procedió a esa especie de protectorado de Naciones Unidas, sostenido por el despliegue de los 16.000 efectivos de la KFOR liderado por la OTAN-, que transgrede los acuerdos de Helsinki sobre las fronteras en Europa y así sucesivamente. Sucede que quien tiene padrino se bautiza y como ha escrito en La Vanguardia Pascal Boniface, director del Instituto de Relaciones Internacionales de París, "los Estados Unidos querían dar satisfacción a los albano-kosovares, confiando así en ver a un pequeño Estado europeo plenamente devoto y consagrado a su causa". Estamos, pues, ante la prevalencia del interés de Washington endosado por el Reino Unido y la consiguiente resignación de París o Berlín.

Para la UE, la aceptación en orden disperso de la independencia de Kosovo abre un camino escarpado porque a partir de ahí, ¿cómo no conceder a los serbobosnios la independencia que reclaman?, ¿por qué habría de respetarse la integridad de Bosnia? Tampoco las reclamaciones de los serbios de Kosovo, contrarios a aceptar la soberanía del Estado naciente, podrán ser ignoradas si hay un mínimo de coherencia. Queda sin más incoado el proceso para dar origen a otros kosovitos sobre la base de las poblaciones de mayoría serbia que padecieron el éxodo de más de 200.000 habitantes, víctimas del llamado Ejército de Liberación de Kosovo (UÇK) que tiene un haber abultado de asesinatos impunes de centenares de serbios y romaníes. Lo mismo puede decirse de los aspirantes a fragmentar Macedonia, Hungría, Chipre, Suecia o Eslovaquia, conforme a criterios étnicos.

La cuestión es si alguien en su sano juicio cambiaría la vida en el Euskadi autónomo por el desastre de Kosovo, nacido con la oposición de Serbia, sin posibilidad de incorporarse a Naciones Unidas, sujeto a las peores bandas de delincuencia organizada, pero eso sí, dispuesto a tantas celebraciones como se avecinan cada vez que presente credenciales un embajador como el de Lesoto o se produzca la incorporación del Estado a la Unión Postal Internacional o a la Comisión Internacional de Pesas y Medidas. ¿De verdad Kosovo es un proyecto atractivo para ofrecerlo a la población del País Vasco?



2/16/2008

Infierno

Ha dicho alguien por ahí, "Enfoca cualquier situación problematica como lo haría un perro: olfatea un problema, si no te lo puedes comer o follar meate en ello y vete", lo que viene muy bien para algunos debates recientes sobre historia y similares. Tambien es el caso de la reciente declaracion sobre la existencia material del infierno, que nos ha dejado el Papa. Viene a decirnos que nos dejemos de infiernos retoricos y literarios, nada de eso que el infierno está en nosotros y paparruchas semejantes, "no hay que confundir la churras con las meninas" que dicen que dijo un Consejero de Fraga, el infierno existe realmente y está hasta arriba. Allá vosotros.



glitter-graphics.com

2/04/2008

La invención de España II

Por continuar con el mensaje anterior, un resumen de la primera etapa de resistencia al poder musulman desde los primitivos nucleos del norte, en palabras de Jose Angel García de Cortazar, prestigioso catedrático de historia mediaval de la universidad de Cantabria.

"El fin del poder almohade en 1231 supuso el fin de la España musulmana, (salvando los 250 años que se prolongó la monarquia nazarí de Granada): sus debeladores definitivos habían resultado ser los sucesores de aquellos grupos de hombres que, desde los comienzos mismos de la penetración arabe-bereber del siglo VIII, fueron escapando del dominio musulman y refugiandose en las áreas septentrionales del país (...)

conviene no imaginar a estos hombres empuñando las armas en tono heroico; parece mas exacto contemplarlos con la optica de los emires de Al-Andalus: bandas indomables que amenazan desde las montañas las ciudades y las cosechas, las lineas de comunicaciones y las retaguardias de los ejercitos (...)

El avance de la frontera bajo la monarquia asturiana

El dominio del valle del Duero y la creación de los Estados Leones y Castellano es la doble tarea realizada por el mas occidental de los núcleos de resistencia al Islam, cuyo centro primitivo hay que situar en las estribaciones de los Picos de Europa y el valle del Sella. Parece que fue alli donde, huyendo del avance musulman y de sus aliados vitizanos, se refugian algunos de los miembros laicos y eclesiasticos de la nobleza afecta a la causa del derrotado don Rodrigo, encabezado por un tal Pelayo, que, como espatario, habia formado parte del circulo palatino del último rey godo (...)

La aparente facilidad con que un grupo de godos, secularmente enemigos de los montañeses se convierten no solo en aliados sino en jefes no deja de plantear problemas. los análisis de los oscuros sucesos que, antes de mediados del siglo VIII, vivió la zona asturiana no ha desvelado este importante aspecto; se han conformado en señalar que el año 718, aprovechando una reunión tribal, Pelayo fue capaz de establecer un acuerdo entre su grupo y los astures que sirvió para orientar la hostilidad de los montañeses contra los musulmanes. Es posible que la pequeña escaramuza de Covadonga, cuatro años mas tarde, hábilmente explotada por el grupo de Pelayo, sirviera para cimentar el prestigio del caudillo entre los astures, a lo que ayudó la nula atención que los gobernantes de Al-Andalus prestaron a las actividades de aquellos montañeses."