Para sus admiradores era algo así como el dictador honrado, si eso no fuera una contradiccion en si mismo, a pesar que, primero el banco norteamericano Riggs confesó que blanqueo 16 millones de dolares de Pinochet y mas tarde se supo que el mismo tenia 9000 kilos de oro en un banco de Hong Kong, cuyo origen (el del dinero) era incierto pero se sospechaba que procedia de comisiones de compras de material militar. Naturalmente, sus seguidores le lloran y el resto de chilenos recuerdan a sus victimas. Sin duda pasará a la historia por el golpe de estado y la represion posterior en un pais con una larga tradicion democratica, tambien por su papel infame en la guerra de Las Malvinas, en contra de sus vecinos argentinos, y por la persecución de todo intento democratico de oposición, dentro y fuera de Chile. Hoy uno de sus partidarios dice en la television, arrebatandole el microfono a la reportera "españoles hijos de puta", lo que les retrata. Por lo demás, el de la mierda es el muerto, como dice el poeta.
No es un gran dia, pero es un poco mejor. Benedetti lo dice mucho mejor.
Los canallas viven mucho, pero algún día se muerenObituario con hurrasVamos a festejarlovengan todoslos inocenteslos damnificados los que gritan de nochelos que sueñan de díalos que sufren el cuerpolos que alojan fantasmaslos que pisan descalzoslos que blasfeman y ardenlos pobres congeladoslos que quieren a alguienlos que nunca se olvidanvamos a festejarlovengan todosel crápula se ha muertose acabó el alma negrael ladrónel cochinose acabó para siemprehurraque vengan todosvamos a festejarloa no decirla muertesiempre lo borra todotodo lo purificacualquier díala muerteno borra nadaquedansiempre las cicatriceshurramurió el cretinovamos a festejarloa no llorar de vicioque lloren sus igualesy se traguen sus lágrimasse acabó el monstruo prócerse acabó para siemprevamos a festejarloa no ponernos tibiosa no creer que éstees un muerto cualquieravamos a festejarloa no volvernos flojosa no olvidar que éstees un muerto de mierda.Mario Benedetti
1 comentario:
La muerte de Pinochet nos redescubre esa mirada intransigente ,rìgida y ajena a la convivencia que mantienen sus acòlitos.Un mundo con un sentido de la ètica y de los valores distorsionado ,donde la "traiciòn" al presidente Allende es un valor ,la "muerte y el terror" un medio necesario y "la arrogancia ante las victimas " una virtud.
La estrategia de esa "desmemoria" de la que hablaba Jorge Edwards no ha socavado la dignidad de parte de la sociedad chilena ,con una excelente mujer a su cabeza ,la Sra. Bachelet.
Victor
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