12/12/2006

Un muerto de mierda

Para sus admiradores era algo así como el dictador honrado, si eso no fuera una contradiccion en si mismo, a pesar que, primero el banco norteamericano Riggs confesó que blanqueo 16 millones de dolares de Pinochet y mas tarde se supo que el mismo tenia 9000 kilos de oro en un banco de Hong Kong, cuyo origen (el del dinero) era incierto pero se sospechaba que procedia de comisiones de compras de material militar. Naturalmente, sus seguidores le lloran y el resto de chilenos recuerdan a sus victimas. Sin duda pasará a la historia por el golpe de estado y la represion posterior en un pais con una larga tradicion democratica, tambien por su papel infame en la guerra de Las Malvinas, en contra de sus vecinos argentinos, y por la persecución de todo intento democratico de oposición, dentro y fuera de Chile. Hoy uno de sus partidarios dice en la television, arrebatandole el microfono a la reportera "españoles hijos de puta", lo que les retrata. Por lo demás, el de la mierda es el muerto, como dice el poeta.
No es un gran dia, pero es un poco mejor. Benedetti lo dice mucho mejor.

Los canallas viven mucho, pero algún día se mueren

Obituario con hurras
Vamos a festejarlo
vengan todos
los inocentes
los damnificados los que gritan de noche
los que sueñan de día
los que sufren el cuerpo
los que alojan fantasmas
los que pisan descalzos
los que blasfeman y arden
los pobres congelados
los que quieren a alguien
los que nunca se olvidan
vamos a festejarlo
vengan todos
el crápula se ha muerto
se acabó el alma negra
el ladrón
el cochino
se acabó para siempre
hurra
que vengan todos
vamos a festejarlo
a no decir
la muerte
siempre lo borra todo
todo lo purifica
cualquier día
la muerte
no borra nada
quedan
siempre las cicatrices
hurra
murió el cretino
vamos a festejarlo
a no llorar de vicio
que lloren sus iguales
y se traguen sus lágrimas
se acabó el monstruo prócer
se acabó para siempre
vamos a festejarlo
a no ponernos tibios
a no creer que éste
es un muerto cualquiera
vamos a festejarlo
a no volvernos flojos
a no olvidar que éste
es un muerto de mierda.

Mario Benedetti

1 comentario:

Anónimo dijo...

La muerte de Pinochet nos redescubre esa mirada intransigente ,rìgida y ajena a la convivencia que mantienen sus acòlitos.Un mundo con un sentido de la ètica y de los valores distorsionado ,donde la "traiciòn" al presidente Allende es un valor ,la "muerte y el terror" un medio necesario y "la arrogancia ante las victimas " una virtud.
La estrategia de esa "desmemoria" de la que hablaba Jorge Edwards no ha socavado la dignidad de parte de la sociedad chilena ,con una excelente mujer a su cabeza ,la Sra. Bachelet.

Victor