3/17/2006

Mochileros

Si Gabino presume de haber reunido 40.000 firmas en contra de ubicar el museo de la Fundacion en Aviles, querra decir que hay otros 160.000 ciudadanos de la capital traidores que estiman que esas guerras localistas son propias de politicos de muy baja cualificación . El articulo de Faustino retrata al personaje con dureza y como contrapunto a la avalancha mediatica que se ha desatado con este asunto.

Salud
Alvaro

NEGRO CON ALCALDE AL FONDO
El regidor de Oviedo tiene la percepción de que la verdad y la mayoría absoluta son una misma cosa.
* FAUSTINO F. Alvarez (14/03/2006)


En casi cuarenta años de oficio periodístico, en que tuve la oportunidad de tratar a solas a personajes tan distintos como el cardenal Tarancón o el decadente Fidel Castro (quien se me descolgó con elogios abracadabrantes al dictador Francisco Franco), pocas veces me topé con tipo tan mezquino y tan amigo de pendencias y camorras como el hoy alcalde de Oviedo, Gabino de Lorenzo Ferrera, en trance de intentar, sin ninguna perspectiva de éxito y con tanta desesperación como resentimiento, la voladura incontrolada de la Fundación Príncipe de Asturias, honrosa seña de identidad del Principado y de la Corona de España y patrimonio de la Humanidad para la Unesco. El PP de Rajoy tiene un problema en su coherencia con este personaje, ante quien empalidece el estilo marbellí de Jesús Gil y Gil, perturbado aquel por su intuición pícara y por un populismo desmadrado, por mucho que le den legitimidad democrática las mayorías absolutas sin precedentes en una ciudad tan noble y tan digna como cualquier otra, si bien voluntaria o voluptuosamente dormida en tantas ocasiones, como cuentan los más grandes de su tradición literaria, Leopoldo Alas "Clarín" o Dolores Medio sin ir más lejos.
CUENTO ESTAhistoria porque se me pregunta, vecinos míos y compañeros se han interesado por ella, y no es decente callarse porque, de hacerlo, me sentiría proclive a dedicar el resto de mis días a cuidarle los caballos --o los perros o las hectáreas al regidor de Oviedo--, a quien el diablo no se querrá llevar porque no le dispute el foco. Voy al grano en un instante: el alcalde Gabino, en un ataque localidad de cuernos sin precedentes, y acostumbrado a ganar siempre aun sin razón, por la capciosa percepción de que la verdad y la mayoría absoluta son una misma cosa, no está de acuerdo con que el futuro museo de los premios Príncipe de Asturias se edifique en Avilés, una de las más entrañables y cultas ciudades de la región, a la que Palacio Valdés definió como "la Atenas de Asturias". Y aun siendo comprensible que cada alcalde asturiano -y son setenta y ocho-- intente llevar el agua a su molino ante tan atractivo museo, el ovetense ha optado por la rencilla, la descalificación y la parcialidad, sin generosidad alguna y sin referencia a la obligación integradora propia de cualquier capital donde la honestidad se asiente.
Lo que le duele a nuestro fantasmón es que no pueda controlar a su capricho institución tan consolidada y tan neutral y tan al servicio de la Monarquía constitucional como es la Fundación. Su concepto de la cultura y de la libertad es tan suntuario y tan frívolo que un día, en lugar en que era mi huésped, le largó a Graciano García, impecable director de la Fundación:
"Por favor, tráeme a Oviedo a personajes que le den lustre, como Liz Taylor, y no a gentes como esos mochileros de Gesto por la Paz". Qué vergüenza.

(Artículo publicado ayer en el diario ´La Razón´)

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