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hay un canario escondido
es un canario que canta
un canario enternecido...
en el hueco de mi timple
hay un canario escondido..."
Cantan Los Sabandeños y yo, no se si porque el domingo me voy de vacaciones (hasta el 9 de julio, San Beltran, no vuelvo) o porque nuestros vecinos se han sacudido al camarada Fraga de encima. Si, ya se, ha sido el mas votado, pero los gallegos mayoritariamente han votado por librarse de el, hasta los del otro lado.
Como Rajoy tambien participaba en estas elecciones, "malgre lui", tal parece que él cumple lo previsto por Ghandi, para casos similares: "primero te ignoran, luego se rien de ti, despues te combaten. En ese momento has ganado", lo que no está claro es en que fase está, si en la primera o en la segunda.
Salud
Alvaro
P.D.: Supongo que en julio podremos hacer tertulia, incluso con alguno de los del exilio. Incluso alguna tertulia especial con unas sardinas o bonito como disculpa. ¿u no?
El largo adiós de Fraga
Fermín Bocos
Como en la novela de Greene, también en Galicia el que gana, pierde. Fraga ha ganado las elecciones pero ha perdido el Gobierno. En este caso sería más exacto hablar de pérdida del poder. Fraga llevaba toda su vida entregado a la función pública. La edad, sus largos ochenta años cumplidos, sugiere que le ha llegado la hora de la retirada. Si no lo hace, hipotecará al Partido Popular de Galicia bloqueando un relevo generacional cuyo retraso, probablemente, aporta una de las claves del por qué los populares no han conseguido la mayoría que buscaban. Fraga tiene ya más pasado político que futuro, pero, en su entorno, parece que no se atreven a decírselo.
Parece la tarea de Rajoy, pero el líder conservador -al que acompaña la fama de 'Hamlet'- en esta ocasión tiene, además, razones personales para aplazar el mal trago. ¿Por qué? Pues porque él mismo ha sido un agente muy activo en la campaña electoral y su participación en primera línea, moralmente, lo convierte en otro de los derrotados. Es verdad que el PP ha sido la lista más votada; pero también lo es que su rival más cercano (el Partido Socialista de Galicia) puede formar gobierno con el BNG, y el PP no puede hacerlo en la tierra que vio nacer a Rajoy.
Y ésa es otra: si contamos las generales, sumamos las europeas, añadimos el bajón de las vascas y, ahora, añadimos las gallegas, resulta que el ciudadano Rajoy ha perdido las cuatro convocatorias en las que directa o indirectamente ha participado. ¿Cuántas más se puede permitir perder el Partido Popular? ¿El largo adiós de Fraga, será el único? ¿Se atreverá Rajoy a instar la retirada del viejo 'león de Villalba'? Y otra pregunta que también está empezando a circular: ¿Cuánto tiempo van a tardar en su partido en surgir voces que pidan un cambio político más profundo, mirando, quizás, con nostalgia hacia Washington? Para conocer la respuesta a la primera de las preguntas no habrá que esperar mucho; para la segunda, habrá que esperar más rato.
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