Menudo ambiente
Salud
Los Miserable. Victor M. Vazquez
(...) Y hablando de mentiras y falsedades, los últimos tiempos son pródigos
en noticias y debates que tienen mucho que ver con la forma de entender la
gestión de nuestro patrimonio natural y en los que se mezclan extrañamente
la paja con el grano. La polémica surgió en los medios de comunicación y, seguramente, de forma premeditada: «En Asturias hay suficientes osos como para poder explotarlos como reclamo turístico». La pelota la puso en el tejado el presidente de la Fundación Oso Pardo y, aunque ya me pronuncié por otros medios en contra de esta posibilidad, voy a insistir en mi negativa, pues abrir esta espita sería el principio del fin. Mientras los osos cantábricos estén en peligro de extinción, cualquier molestia puede dar al
traste con un futuro que ahora, tras muchos años de trabajo colectivo, esfuerzos e incomprensiones, se presume algo más halagüeño. Sí a la explotación cultural del territorio ursino, pero dejemos a los osos, a las
osas y a sus esbardos en paz.
(...) Yo ya me atrevo a preguntar ¿cuántos osos más han aparecido muertos,
cuántos urogallos, cuantos lobos, É? ¿Es esta ocultación parte de la
estrategia para la explotación turística anunciada? ¿La negativa «a priori»
de la viceconsejería del ramo en «turistizar» los osos tiene que ver con la
revelación intencionada de la aparición de este cadáver en Somiedo?.
¿Podremos confiar los asturianos en políticos que -escondidos tras unas siglas de honradez- son capaces de mentir compulsivamente trasladando en el tiempo la solución a los problemas cada vez que se les pregunta por ellos? (Muniellos, Fuentes del Narcea, El Espartal, Picos de Europa,Éson también buenos ejemplos). ¿Debemos confiar en quien no tiene reparos hasta en vulnerar leyes, intentar torticeramente cambiar otras y engañar a ciudadanos para colocar a sus colegas, despreciando a sus propios trabajadores? ¿Nos merece alguna consideración quien persigue e intenta humillar a sus subordinados? ¿Y quien les niega la libertad de expresión? ¿Y quien los delata a escondidas? ...
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