Decia Julio Camba que "Los curas gallegos tienen siempre la casa llena de vituallas. Sus feligreses saben que el hombre mas santo peca, por lo menos, diez veces al día, y les complace ver al parroco incurriendo en el pecado de gula como una garantía de que no incurre en otros pecados". Pero no todos los curas seguian el modelo, si nos atenemos a lo que dice el cantar tradicional referido al parroco de aquella pequeña villa coruñesa, que al parecer tenia otros asuntos terrenales en que pensar, que decia: "La criada do cura do Culleredo, tene una pelaza na cona que mete medo, manda carallo, manda carallo....". ahora en periodo electoral, en los que tienen cierto protagonismo los curas rurales, estos pecadillos son sustituidos por zancadillas, burlas e insultos, no siempre entre miembros de partidos distintos, como sucede con el partido del gobierno gallego, que ante los nervios de perder la mayoria absoluta, y por tanto el poder, se tiran navajazos entre los de la "boina" y los del "birrete", como se llaman los dos sectores conservadores en liza, osea, los caciques rurales, y los tecnocratas urbanos. En el medio Fraga, siempre tan delicado con las mujeres y solicito con la democracia, dice que El Apostol ayudará con los votos. Un drama.
salud
Alvaro
P.D.: No se como habran vuelto las "huestes" del Grupo de Montaña desplazadas a La Rioja, en Valdezcaray, pero seguro que dejaron su impronta, en especial los grupos auxiliares que les acompañaban, que no iban a caminar precisamente.
Como quiera que este jueve toca, se convoca tertulia, ademas porque tenemos anuncio de llegada de Vicente desde tierras alicantinas, que tambien prefiere "...morrer no coliseum como os bos gladiadores que envellecer nas gradas da pasividade" y temas para charlar hay mas que de sobra.
ERNESTO S. POMBO
Gladiador con boina
TENÍAMOS la idea de que el gladiador era un cachas de dos metros de alto, con una musculatura fuera de lo normal. Teníamos esa idea porque nos quedamos con la imagen que nos pasaban en el cine cuando éramos pequeños, en la que el gladiador era un joven, físicamente muy afortunado, que peleaba sobre la arena de los coliseos romanos. Y que al final, entre el entusiasmo de todos nosotros, vencía al malvado o al león, según, y se colocaba como el héroe de la pandilla. Nos queda la idea de que el gladiador era invencible y además fornido y ligón. Como Kirk Douglas.
Ahora los gladiadores ya no responden a esa imagen. Ahora son muy normalitos. Como usted y como yo. Achaparrados, rechonchos y tripudos. Y hasta puede que hayan cambiado el metálico casco por una boina. Al menos así, convertido en un gladiador con boina, se presentó el domingo en Lalín, sobre la arena del circo-mitin del PP, el ex delfín Cuíña, para postularse en la sucesión. «Prefiro morrer no coliseum como os bos gladiadores que envellecer nas gradas da pasividade», dijo el gladiador lalinés . Que es lo que le faltaba escuchar a Mariano para no pegar ojo en lo que queda de año.
A la vista de que los delfines son frágiles y rompen con facilidad, Cuíña ha adoptado el papel de batallador infatigable por la sucesión de don Manuel. En su tierra; ante su gente y ante Mariano y Alberto que deben de estar arrepentidos de haber ido allí. Porque, por si no fueran suficientes los disgustos que les dan las encuestas y don Manuel, ahora llega Cuíña para reivindicarse y patentar ese original modelo de gladiador con boina. Que se nos antoja difícil de vencer, porque reúne la fortaleza de unos y la experiencia, la astucia y las mañas de los otros. Y ante esto, ya pueden usar todos los birretes que quieran.
Porque un gladiador siempre es un gladiador. Sobre todo si lleva boina.
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