Ha habido reacciones de todo tipo, en especial de los
militantes y simpatizantes de Podemos, que han salido en tromba acusando a los
periodistas de paniaguados y esclavos de sus empresas y otras lindezas, pero
está claro que de un tiempo a esta parte, cuando se señala con el dedo a un
discrepante saltan en las redes sociales un ejército de matones e insultadores
protegidos por el falso anonimato que crean un ambiente hostil para la
información veraz . Ahora sabemos como se las gastan los chicos de la brigadas
moradas, también entre ellos mismos.
Las brigadas moradas de Pablo Iglesias
La estrategia de Podemos para acosar a la prensa crítica incluye la coordinación de una red de «activistas» para viralizar los ataques a periodistas señalados desde la dirección
Madrid / La Voz 08/03/2017 07:51
«Sois las mejores brigadas moradas». Así se dirigía el pasado mes de enero
el secretario general de Podemos,
Pablo Iglesias,
a los que él mismo denomina «activistas» de la formación en las redes sociales.
Se trata de grupos de personas vinculadas a Podemos, pero en la mayoría
de los casos sin cargos orgánicos en el partido, cuyo objetivo final es en
realidad, tal y como ha denunciado la Asociación de la Prensa de Madrid (APM),
atacar a los medios de comunicación y a los periodistas que escriben
informaciones que la dirección del partido considera críticas, para crear un
clima de opinión en su contra y amedrentar, a través del desprestigio digital,
a los autores de esas noticias. «Existe un auténtico activismo en las redes
sociales que es invisible y que es una forma muy innovadora para cambiar la
política de este país», dijo Iglesias ese día.
Señalamiento y campaña viral
Esa estrategia de utilizar a los activistas digitales evita a los dirigentes
de la formación entrar directamente a atacar de manera personal en términos de
acoso a los periodistas críticos, pero con la seguridad de que serán las
«brigadas moradas» las que se encargarán de esa tarea. «Vosotros sois
lo más eficaz, sois lo más importante que tenemos, y esto lo reconocen nuestros
propios adversarios. Que cuando se ataca a Podemos hay decenas,
cientos, miles de personas que a lo mejor solo tienen un teléfono móvil pero
que están dispuestos a discutir tranquilamente sus ideas con otros en ese espacio».
Ese es el mensaje que Iglesias transmitió de manera pública a un grupo de 300
de sus «activistas» con los que se reunió en la sede de Podemos.
Y hay formas de hacer periodismo: algunos intentan entrar al CIEs a grabar y
otros difunden la versión del ministro https://t.co/A6NkSwZJyw
— Pablo Iglesias (@Pablo_Iglesias_) October
19, 2016
Pese a todo, el propio Iglesias y otros dirigentes de la formación como Irene Montero o Juan Carlos
Monedero no han dudado en alguna ocasión en atacar personalmente en
Twitter a algún periodista cuando este escribe alguna información que no es de
su agrado. Ese ataque personal basta en la mayoría de las ocasiones
para que el informador afectado sufra de inmediato una campaña de acoso en
términos mucho más duros por parte de un ejército de activistas de la formación
en las redes sociales.
«Hay momentos en los que hay que decir: oye, esto es indecente lo que se
está haciendo». Así justificaba Iglesias el pasado domingo la necesidad de
atacar a los periodistas que superan las «líneas rojas» marcadas por Podemos.
La estrategia, perfectamente coordinada desde cuentas de difusión en Telegram
controladas por la dirección, incluye en ocasiones la creación de un
hastag, como fue el caso de #MaquinadelFango para contrarrestar las informaciones
sobre la venta del piso protegido del dirigente de Podemos Ramón Espinar,
para que inmediatamente este se haga viral y se utilice de forma masiva por los
activistas anónimos en la red.
PRISA renueva la #MaquinadelFango,
ayer Sánchez, hoy Espinar. Podemos tiene que estar firme y responder con
unidad, unidad y más unidad.
— Juan Carlos Monedero (@MonederoJC) November 2,
2016
#PrensaPodemosARV
PODEMOS, el partido mas vilipendiado por la prensa Española; POR HABLAR CON
CLARIDAD, DE LA CORRUPCIÓN Y DE LA PRENSA
— sobremesa (@RimanimeRibas) March 7,
2017
#PrensaPodemosARV
PRENSA DE MADRID ESTA PERDIDA SIN SU BIPARTIDISMO, AHORA TU, AHORA YO.
VAN A SUFRIR!
MADRI(Z)D NO ES ESPAÑA
NI PODEMOS
VAN A SUFRIR!
MADRI(Z)D NO ES ESPAÑA
NI PODEMOS
— sobremesa (@RimanimeRibas) March 7,
2017
#PrensaPodemosARV
CUANDO TODA EUROPA SABE QUE LA PRENSA EN ESPAÑA ESCRIBE A FAVOR DEL PARTIDO
QUE QUIEREN QUE GOBIERNE, PP/PSOE.
APM APOYA
APM APOYA
— sobremesa (@RimanimeRibas) March 7,
2017
Situaciones similares se dan cuando Iglesias u otros dirigentes señalan
personalmente a algún periodista en una rueda de prensa, como ocurrió
cuando el secretario general de Podemos cargó contra un redactor de El
Mundo al que acusó de escribir noticias falsas sobre Podemos para
«prosperar», o cuando felicitó a una periodista que le hizo una pregunta
incómoda por llevar un «bonito abrigo de pieles».
Iglesias apunta a Errejón
Otro caso parecido se dio tras la pasada asamblea de Podemos denominada Vistalegre
II. El catedrático de Economía Vicenç Navarro, número tres de la lista de
Iglesias para el consejo ciudadano estatal, criticó la cobertura que una
periodista había hecho sobre ese congreso. Y, de inmediato, se desató una
campaña de acoso a esa redactora en las redes. Pero los seguidores de Iglesias
han utilizado esa estrategia incluso contra dirigentes críticos dentro de
Podemos, como ocurrió con la campaña #ÍñigoAsíNo, que cuestionaba las
tesis políticas del ex número dos del partido, Íñigo Errejón,
contrarias a las del secretario general, y a la que se sumaron abiertamente los
dirigentes afines a Iglesias, provocando que la campaña contra Errejón se
hiciera viral. De hecho, desde los sectores próximos a Iglesias se culpaba ayer
a Errejón de estar detrás de las denuncias de acoso a la prensa como «venganza»
por haber sido apartado de la dirección tras su derrota en Vistalegre.
La Asociación de la Prensa de La Coruña (APC) hizo suyo ayer el
comunicado emitido por la APM, en el que se denuncia el acoso y
presión a un grupo de periodistas por parte de Podemos, y se solidarizó con sus
compañeros afectados. La entidad periodística coruñesa recuerda además que
«actitudes como las denunciadas por la Asociación madrileña también se producen
con cierta regularidad en nuestro ámbito de actuación».
El secretario general de Podemos reta a la APM a llevar sus denuncias al juez
Pablo Iglesias no considera que las críticas a periodistas realizadas por la
dirección de Podemos y por sus seguidores en las plataformas sociales supongan,
como denuncia la APM, una «campaña sistematizada de acoso personal y en redes».
El secretario general de Podemos afirmó ayer que si alguien habla de
«amenazas», eso son «delitos», por lo que «tendría que poner esa información en
manos de un tribunal». «Que se amenace a alguien es un hecho gravísimo,
por tanto los jueces tendrán que intervenir y sería sensato que todas esas
informaciones y documentos se pusieran en manos de un juez», insistió.
De lo contrario, a su juicio, «estaríamos en una situación muy extraña de que
alguien hace acusaciones gravísimas sin pruebas». La portavoz de Podemos en el
Congreso, Irene Montero, dijo también que, aunque si se dieran los casos que se
denuncian a ella le parecería «fatal», sabe que eso «no ha ocurrido». «En esas
declaraciones no me he sentido representada», añadió sobre las denuncias de la
APM.
Por el contrario, el portavoz parlamentario del PP, Rafael Hernando,
secundó las críticas de la APM y dijo observar «tics totalitarios» en la
relación de Podemos con los medios de comunicación. Tanto él como el
vicesecretario de acción sectorial, Javier Maroto, compararon la actitud de
Podemos con los medios con los de la izquierda aberzale. «Con los de la
izquierda aberzale de los tiempos duros», precisó Hernando. Y el ministro del
Interior, Juan
Ignacio Zoido, advirtió de que las personas que «agreden o intentan
coaccionar» a los medios de comunicación «se ponen de espaldas a la libertad y
a la sociedad» porque, a su juicio, los medios «representan la libertad de
expresión y son una parte fundamental de la democracia».
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