Acababa de leer un artículo referido al drama de Haiti y la referencia por comparación al suplicio tirrénico, aquel que aplicaban los etruscos atando mano con mano, boca con boca, a un desgraciado con un muerto, en abrazo hediondo, hasta su muerte, cuando alguien me pasa una imagen de otro tiempo, inédita dicen, en la que Franco aparece rodeado de 4.601 cadáveres, hasta aqui nada nuevo, en este caso perdices cobradas en una montería, allá por los lejanos años 50 del siglo pasado, a la que había asistido la flor y nata del régimen maloliente, entre los ministros del momento, la nobleza habitual y corifeos varios, a los que nos quisieron atar de por vida cual suplicio etrusco. Ni siquiera Berlanga y Rafael Azcona pudieron imaginar semejante matanza, a base de miles de disparos y negocios bajo manga.
2 comentarios:
Los hermanos haitianos hace siglos sufren la desgracia de ser perdices.Hace años viven regimenes asesinos, disfrazados de vez en cuando de democracia.
Los haitianos saben muy bien lo que es el "Suplicio tirrénico" enterrados vivos con sus sucesivos muertos vivientes con el beneplácito del amigo americano.
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