9/15/2008

Psicoestetas

Dejó dicho Ortega y Gasset que "De querer ser a creer que se es ya va la distancia de lo trágico a lo cómico" (un amigo mas prosaico dice "Don (título) si din (dinero), mis cojones en latín, no tiene relación apenas, pero no importa), y me lo trae un artículo absolutamente sensacional (disculpe la adjetivación pero estoy influido por algunos a los que les quedan cortos todos los adjetivos para calificar sus experiencias) que firma nuestro psicoesteta de guardia, Ramiro Fernández, que no contento con ser un buen peluquero y maestro de peluqueros, incluso de futbolistas y politicos varios, ha encontrado en la discutida teoría psicoestética del "profesor" Muñoz Espinalt (aquel que avanzaba la independencia de Cataluña para el año 2000 y que decía como debian vestirse, que debian leer, que música escuchar y como hablar y comportarse en público los catalanes modernos) su razón de ser profesional y personal.

Nos dice Ramiro que "El espejo es el mejor amigo del hombre (en genérico, supuestamente) y el utensilio que nos presenta la realidad tal cual es", contraviniendo aquello que se decía que lo que devuelve el espejo es la imagen del alma o del espiritu, y que mas tarde descubrimos que el espejo devuelve una imagen alterada por la leyes de la reflexión, y mas tarde alguien advirtió que muchos otros animales son conscientes de su imagen sin saber cual es el grado de consciencia de su misma existencia o muerte. Por si fuera poco, la imagen que nos devuelven los espejos, no ya aquellos azogados de plomo o estaño, sino los perfectos de plata o aluminio, son veneno para el alma de los que sufren desordenes alimenticios, en los que nunca ven una imagen satisfactoria de si mismos.



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