
"¡Adios, mi querido y admirado don Ramón, rey sin corona y sin un cobre: tu melena debía campar aún entre nosotros; tu barba, que era tu raiz en el aire, debía estar aún viva".
Para la crítica literaria pasa del Modernismo mas decadentista para ir evolucionando hacia un expresionismo descarnado paralelo a una evolución ideologica que le llevó desde el "carlismo estético" hasta el comunismo y el anarquismo en sus últimos años. Pero si alguien resume como nadie los tipos singulares que poblaban las tertulias de Madrid de finales del XIX, era él, en palabras de Pío Baroja, uno de sus grandes amigos, "Había tertulia que era muestrario de tipos raros, que se iban sucediendo: literatos, periodistas, aventureros, policias, curas de regimiento, cómicos, anarquistas; todo lo mas barroco de Madrid pasaba por ellas".
En una de aquellas tertulias, en el Nuevo Café de la Montaña, que estaba en los bajos del hotel París, llegó Valle y pidió un café con leche y una botella de agua, donde se daban conversación entre otros el editor Ruiz Castillo, el cronista Manuel Bueno y el pintor Paco Sancha. La discusión había subido de tono al abordar el tema de un duelo que se iba a celebrar a los pocos días entre un aristócrata andaluz y un artista portugues, el asunto del honor excita a Valle que levanta la voz como siempre imponiendo su criterio, a lo que Manuel Bueno replica que todo lo que se está diciendo carece de validez pues el artista portugues, Leal da Camara es menor de edad y por tanto no podrá batirse, a lo que Valle contesta dolido: "¿y usted que sabe de eso, majadero?" y le intenta agredir con la botella de agua en la mano, a lo que responde Bueno con su bastón que le provoca lo que al principio parecia un rasguño superficial en la muñeca al incidir sobre un gemelo, pero que mas tarde se apreciaron fracturas en el antebrazo que le provocaron una gangrena que obligó a los pocos días a la amputación del brazo izquierdo.
La próxima puesta den escena de "Los Cuernos de don Friolera" nos da la oportunidad de acercanos al universo literario de Valle-Inclán y comprobar que, como se decía entonces, Valle no escribía para sus coetáneos sino para la posteridad.
En una de aquellas tertulias, en el Nuevo Café de la Montaña, que estaba en los bajos del hotel París, llegó Valle y pidió un café con leche y una botella de agua, donde se daban conversación entre otros el editor Ruiz Castillo, el cronista Manuel Bueno y el pintor Paco Sancha. La discusión había subido de tono al abordar el tema de un duelo que se iba a celebrar a los pocos días entre un aristócrata andaluz y un artista portugues, el asunto del honor excita a Valle que levanta la voz como siempre imponiendo su criterio, a lo que Manuel Bueno replica que todo lo que se está diciendo carece de validez pues el artista portugues, Leal da Camara es menor de edad y por tanto no podrá batirse, a lo que Valle contesta dolido: "¿y usted que sabe de eso, majadero?" y le intenta agredir con la botella de agua en la mano, a lo que responde Bueno con su bastón que le provoca lo que al principio parecia un rasguño superficial en la muñeca al incidir sobre un gemelo, pero que mas tarde se apreciaron fracturas en el antebrazo que le provocaron una gangrena que obligó a los pocos días a la amputación del brazo izquierdo.
La próxima puesta den escena de "Los Cuernos de don Friolera" nos da la oportunidad de acercanos al universo literario de Valle-Inclán y comprobar que, como se decía entonces, Valle no escribía para sus coetáneos sino para la posteridad.
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