(...) "De 1944 a
1951, de los 300.000 investigados los tribunales oficiales en
Francia condenaron a muerte a 6.763 personas (3.910
in absentia,
algunos protegidos en España) por traición y otros delitos. Sólo 791
ejecuciones se llevaron a cabo en realidad, incluyendo las de
Pierre Laval,
Joseph Darnand, y el periodista
Robert Brasillach, mucho más común era" la
degradación nacional "-una pérdida de los
derechos civiles, que fue infligido a 49.723 personas...."
Previamente, según se iban liberando las ciudades
francesas, hubo una “depuración salvaje” en la que se cometieron
excesos, más o menos justificados y muchas de la víctimas fueron mujeres
acusadas de colaborar con los nazis, como es el
caso de la protagonista de la fotografía, a la que acusaban de tener un
hijo con un nazi, a la que uno adelantado le lleva el hatillo con todas
sus posesiones. ¿Cuántos de la muchedumbre que increpa y humilla a la
acusada habrían apoyada al gobierno colaboracionista
de Petain? Porque al acabar la guerra todos habían sido de la
resistencia (¿a que me suena?). ¿Cuántos se habrán dado cuenta del
ejemplo infame de arrastrar a sus hijos a semejante espectáculo? ….
Eso en la Francia civilizada, que si alguien no lo
remedia está a punto de votar a un partido de extrema derecha que
amenaza con reverdecer la ignominia.
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