12/21/2010

Maniqueismos

Yo me confieso poco navideño, pero no tan poco para que me acusen de “retroprogre” de los que odian la Navidad, como dice hoy Rosa Montero en El País y que los llama “retroprogres” porque desde posiciones supuestamente de izquierdas…a menudo reivindican valores conservadores. Por ejemplo: defienden la libertad de fumar (que en realidad es defender a los piratas de las tabacaleras). Aseguran que pegar un bofetón de cuando en cuando a un hijo es algo muy sano (no voy a entrar ahora en ese largo debate, pero pregunto: ¿todos entendemos lo mismo por un bofetón y por de cuando en cuando? ¿Quién pone los límites?). O niegan que los animales tengan derechos y miran con sabihondo desdén a los animalistas”…

Pero todo tiene matices, casi nada es blanco o negro y esa cualidad grisácea, o colorista según se mire, es poca apreciada en este país, muy poco dado al análisis sereno. La misma Rosa Montero cae en el vicio español del maniqueísmo, sublimado en el mundo del futbol, que forma parte del decálogo de las “Españoladas” sobre las que escribe hoy Arcadi Espada en El Mundo. Otra de ellas, “El gratis total” viene hoy muy a cuento en pleno debate sobre la Ley contra las descargas piratas en Internet, de la que tendremos que hablar algún día.

Salud

P.D.: Hoy espero que tengamos tiempo de charlar y de tomar algo para ponernos en situación con la Navidad, y de paso repartir las participaciones de lotería a los que les falta, que después pasa lo que pasa.

El maniqueísmo

El español es una forma de vida esencialmente binaria. O está en modo 1 (a favor) o en modo 0 (en contra). Cualquier intento de matizar o el simple hecho de proponer un análisis de la realidad ligeramente más elaborado que el “totalmente a favor” o “totalmente en contra” hará que se nos considere sospechosos de sedición, cuando no directamente “fascistas”. El maniqueísmo español se concreta, sin ir más lejos, en la adoración que los aficionados al fútbol sienten por los más despiadados trituradores de tobillos siempre que estos a) sean de su pueblo, o b) jueguen en el equipo de su pueblo. Ándenle ustedes con matices a este comentarista del Marca: “solo puedo decir una cosa, ser aficionado del real madrid es ser bajo, ser un segundon, ser sucio, solo asi se puede defender a sergio ramos, me alegro mucho de ser del barça, es que somos superiores en todo, en absolutamente todo”. Si este buen hombre está en lo cierto, pánico da pensar en la ortografía de los seguidores del Real Madrid

El gratis total

Está todo dicho aquí. Y el comentario representativo es este: “Por qué le siguen llamando piratería? Cd, DVDs, Discos duros, memory cards, Tlfnos, pen drives.... No señores... ya he pagado mi canon para "piratear" toooodo lo que me dé la gana... Aunque sinceramente, la música de los últimos 15 años no sirve ni para ahuyentar alimañas”. Observen la coherencia del argumento: “la música actual es basura, por eso me la pirateo toda”. Es como el chiste de Woody Allen: “La comida en este restaurante es pura bazofia, ¡y además las raciones son muy pequeñas!

11/22/2010

Conferencia

Algunos de los asistentes a la conferencia-tertulia, por la izquierda, el conferenciante D. Joaquin de la Riva, Fico Enterría, Carlos Simarro, Arturo González, Francisco Tuero, Pepe, Horacio Pérez, Jose Carlos González y Alvaro Alvarez

No se tiene a menudo la oportunidad de asistir a una conferencia interesante e instructiva como la que nos ofreció el Fiscal de Medio Ambiente y Urbanismo de Asturias, D. Joaquín de la Riva. Sobre el papel, parecía mas adecuada para interesados en la materia jurídica relacionada con las infracciones en tales asuntos, pero el enfoque didactico y práctico de la charla, con innumerables ejemplos y la vocación divulgadora del conferenciante nos implicó rápidamente. En la charla posterior con Joaquín alrededor de la mesa tuvimos la oportunidad de compartir su gran experiencia y sensibilidad sobre asuntos tales como la protección de los recursos naturales, la lucha contra el maltrato animal en todas sus formas, tanto en la persecución de la caza furtiva como con los animales domésticos, la compleja batalla contra las quemas en el monte, la exigencia del cumplimento de las normas sobre vertidos industriales y la defensa del paisaje y del patrimonio arqueológico. Sin duda a partir de ahora veremos con otra óptica estos asuntos que se han convertido en noticia diaria en nuestra Comunidad.

11/05/2010

Compostela

No me extraña nada que desde diversas instancias de Galicia se haya pedido una prórroga del año compostelano, a la vista del éxito de esta última edición en la que estamos y que se remata con la visita del Papa. Si algo se pone en evidencia es el enorme poder de convocatoria que tiene esta peregrinación, la primera ruta turística de occidente según algunos, que ha convertido a Santiago de Compostela en el lugar mas visitado de la cristiandad, por encima de El Vaticano y Jerusalén, al margen de que no todos los peregrinos lo hacen por motivos religiosos.


10/29/2010

Mark Spitz

Para ser viernes no está nada mal, un poco del genial Alvite (si me lo encuentro este fin de semana en Santiago doy por bueno el viaje) y la columna diaria de Millás y sus vecinos de mesa y gin tonic.

Salud

Una noche en la cama de Mark Spitz

J.L. Alvite

Estábamos algo pasados de copas pero controlábamos el cuerpo y las emociones.

Me llevó a su casa. Vivía en un apartamento pequeño en el que había que cerrar
el armario para abrir la nevera. Me ofreció su cama y se ausentó al baño.
Durante largos minutos escuché el agua de la ducha. Para hacer tiempo, encendí
el televisor. En la primera cadena salían mezcladas "La 2" y la conversación de

tres radioaficionados. Conservé puestos la camisa y los calcetines. Y las gafas.

Prendí un cigarrillo. Seguía cayendo el agua de la ducha al otro lado del
tabique. Pensé que Mark Spitz había arrasado en la piscina de Munich con la
mitad del agua. Siempre doy con mujeres que se lavan mucho.Yo creo que no se
trata de higiene, sino de mala conciencia. No hace falta leer a Freud para
intuir estas cosas. Es una manía de los intelectuales, que tienen que leer las
cosas antes de hacerlas. Personalmente detesto que las mujeres se pasen tanto
rato en la ducha. La mala conciencia y el olor corporal son cosas que no
conviene suprimir. El jabón de tocador elimina las defensas y merma el
remordimiento. Además, el exceso de limpieza empobrece la vida sexual. No me
tiene aliciente que el pubis femenino resulte tan pulcro como un caniche con
ropa. El pubis habría que lavarlo con "avecrén".

Pasados diez minutos, cesó la ducha. Se abrió la puerta del dormitorio.
Apagué el quinto cigarrillo escupiendo en el cenicero. Apareció ella. Goteaba.
Se metió en cama con la prisa de quien se encuentra una "zodiac" durante un
naufragio. Se abrazó a mí cuerpo. Le pasé la mano por el pelo. Pesaba como la
maroma de la campana del "Titanic". Dudé si realmente me esperaba una loca noche
de carne y sudor pero no me cabía duda de que me exponía a un catarro. Con tanta
agua, en la cama de aquella mujer no habría desentonado un remo. "Me gusta mucho
la higiene, ¿sabes? Todas las noches me enjabono tres veces y me aclaro luego el
cuerpo con un interminable chorro de agua". Pensé que con su derroche en el
baño, podría no dar con el hombre adecuado, pero en el peor de los casos, se
colocaría sin problemas como hipopótamo en cualquier circo. Después me preguntó
qué pensaba de ella. Fui inevitablemente sincero: "Con tanta agua encima, nena,
creo que eres una mujer incombustible". Luego me pregunté si no sería una
perversión tener sexo con una robaliza.

No hubo nada. Se mantuvo todo el rato con las piernas cruzadas, aparentando
recelo. "No te conozco apenas. No sé que pensarás de mí..." Fue tan excitante
como echarle torrijas a los patos del estanque. Mantuve la camisa y los
calcetines pero creo que habría sido más sensato llevarme el coche a la cama.

Cacahuetes y almendras J.J. Millás


En la mesa de al lado, una señora rubia, muy maquillada, de pelo corto, le decía a un capitán del Ejército de Tierra:

–Necesito leer una biografía.

–¿Y eso? –preguntaba el capitán separando la gorra de la Coca Cola de la señora, por miedo a que se manchara.
–Para compararla con la mía -replicaba la señora con expresión de angustia.
–Pero eso es absurdo –señalaba el capitán-, tú no puedes comparar tu biografía con la de Hitler, por ejemplo.
–¿Qué quieres decir con que yo no puedo comparar mi biografía con la Hitler?
–Pues eso, que son vidas muy distintas.
–¿Es que no me crees capaz de invadir Polonia?
–Francamente, no.
Se hizo un silencio atroz en el que los segundos comenzaron a discurrir como plomo líquido. A fin de aliviar la tensión, tomé un sorbo de mi gin tonic haciendo mucho ruido con los hielos. Luego carraspeé con exageración y miré hacia otro lado, para no levantar sospechas. Como el silencio continuara espesándose en torno a la mesa de al lado, pero alcanzando con sus efectos letales a la mía, llamé a gritos al camarero y le pedí un plato de almendras fritas. Me caen fatal, pero mejor que los cacahuetes y las aceitunas, que eran las alternativas de este bar.
–Así que no me crees capaz de invadir Polonia –repitió entonces la señora rubia de pelo corto en un tono que daba miedo oír.
–Pero mujer –dijo en tono conciliador el capitán–, ¿qué tienes tú contra Polonia?
–La cuestión –respondió ella– no es lo que tenga o deje de tener contra Polonia, sino si tú crees que soy o no soy capaz de invadirla.
–Vale, eres capaz. ¿Y ahora qué?

–Ahora necesito leer una biografía.
–¿La de Hitler, por ejemplo?
–¿La de ese mamarracho? Ni hablar.
Total que acabé con las almendras y pedí u
nos cacahuetes.

10/28/2010

Prensa y política

Probablemente nunca como ahora la batalla política se juega en la prensa, tanto en la convencional como en la digital, algo menos en la Radio y en las televisiones, en general menos radicalizadas, con las excepciones conocidas. Al menos entre los periodistas los hay buenos y malos, los políticos lo tiene mas negro, si nos dejamos llevar por lo que se dice en la calle. Otra cosa distinta son las empresas periodísticas, enredadas entre los beneficios y la influencia y poder que quieren acaparar, una muestra reciente está en la disputa entre El Mundo y el ABC por los ejemplares vendidos y el reparto consiguiente del pastel publicitario. Sobre esto y otras cosas escribe Jose María Izquierdo, un histórico de la prensa española que se dedica a hacer de “catavenenos” de la prensa conservadora y hacernos un resumen irónico y brillante. El de hoy no tiene desperdicio.



Que ETA lo deja, tío
Por: José María Izquierdo

Hay ocasiones que solo hay ganas y tiempo para la prensa del día, pero en otras a este catavenenos le gusta deambular por los alrededores, y utilizar los periódicos solo como argumento o inspiración. Hoy creo que el cóctel está equilibrado, gracias a que Fernando Sánchez Dragó nos da pie para irnos por los famosos cerros de Úbeda. También he prestado atención especial a una guerra que se avecina, hoy vemos una dura escaramuza, entre El Mundo y Abc para ver quién regala más ejemplares y se apunta su venta. Ya hay un palo de Pedro J. Ramírez a la Oficina de Justificación de la Difusión (OJD), como ya la hubo al Estudio General de Medios o cualquier organismo regulador existente o que se forme en el futuro, que no se tire de rodillas ante su gran poderío y asienta enérgicamente: “Siempre a sus órdenes don Pedro J.”. Y no se crean que es solo una guerra comercial, que también, que andan los grupos de la derecha peleándose entre ellos a ver quién coge el mejor asiento de pista para la próxima función, como ya les he dicho en más de una ocasión. Además, nuestros chicos siguen hablando de ETA, alguno hasta sabe las palabras exactas que empleará la banda en los próximos comunicados de la banda, a la par que se embelesan con el destrozo que Soraya Sáenz de Santamaría hizo ayer en el Parlamento de Alfredo Pérez Rubalcaba, que debió ser en algún momento que no captaron las cámaras, porque miren ustedes que la cosa es bastante discutible...
Y hoy tenemos cabestros.
En La Razón, otra vez ETA... y Aznar, al que tanto debemos y tanto queremos. “El nuevo equipo de Gobierno corta el diálogo con el PP sobre ETA”. Sumarios: “Rubalcaba cambia el paso: el cese de la comunicación coincide con la espera de un nuevo comunicado y las expectativas abertzales”, y “Aznar pide firmeza: el presidente de FAES rechaza la legalización de Batasuna ‘con grotescos juegos de palabras’” ¿Se referirá el presidente de FAES al juego de palabras que él mismo hizo en 1998 cuando les llamó Movimiento Vasco ... de Liberación, por Movimiento de Liberación Nacional Vasco (MLNV), terminología que solo usa, como es obvio, el entorno de la banda? ¿Y qué es eso de que se ha cortado el diálogo Gobierno-PP sobre ETA? ¿Pero no se han quejado siempre de que no se les informaba de nada? Gran foto –y doble página interior- para un libro que van a publicar Alfonso Ussía y Antonio Mingote, con el título “¡Que se vayan!”, que por si les pillo en día espeso se refiere, claro, al Gobierno socialista. Dentro lo ponen más fácil: “Zapatero es la mayor calamidad que ha tenido España”, lo que a la vista de la historia que arrastramos desde hace tantos siglos, no deja de ser algo exagerado, me parece... De los editoriales, loores a Cáritas y a Soraya Sáenz de Santamaría que, dice, desarboló a Rubalcaba. Bien. Ignacio Villa sigue muy asustado, y no hace otra cosa que advertir a Rajoy: “El PP tiene que aceptar que el PSOE, Rodríguez Zapatero y los viejos rockeros del felipismo han dado la vuelta a la tortilla”. ¡Y cómo estará el patio que César Vidal sale en defensa de Arturo Pérez Reverte y su “perfecto mierda” dedicado al ex ministro Moratinos!
Y en El Mundo, más de lo mismo: “Otegi reclama salir de prisión invocando el devenir político”. Y como ayer señalábamos, volvemos a dar la credibilidad a quien despreciamos, pero siempre vienen bien para lo mismo: “Los medios de comunicación reflejan... que ya no hay una estrategia común y al servicio de ETA', sostiene en su petición su abogada Jone Goirizelaia”. El editorial va de los mismo, que para qué cambiar, que este tema lo tenemos chupao. Isabel San Sebastián, por supuesto, tampoco se desvía del asunto, que lleva años en semejante cometido. Hoy tiene una de esas frases de las que a lo mejor mañana se arrepiente. Por innecesaria: “Que no falten las señales. Que nadie se llame a engaño. Ahí está Arnaldo Otegi, acaparando páginas del diario favorito de Alfredo Pérez Rubalcaba”. No es buen día para hablar de Otegi y otros periódicos, que el suyo le da al propio las cuatro columnas de la primera página... Luis María Anson, siempre tan sensible a los mismos vientos desde tiempo inmemorial, la emprende con los funcionarios. Título de la columna: "Los partidos nombran a dedo a los empleados públicos”. Lleva frases como ésta: “En los últimos 30 años, los dirigentes de los partidos políticos, en fin, han colocado a sus enchufados, a sus amiguetes, simpatizantes y parientes en las Administraciones, a costa del ciudadano medio que paga sus impuestos (...) Los funcionarios innecesarios, que son la mayoría, para justificar su puesto de trabajo se han inventado las más varias trabas burocráticas”. ¿Los maestros se han inventado las aulas? ¿Los inspectores de Hacienda el fraude? ¿Los médicos los quirófanos? Asombra, de verdad, tanta superficialidad dicha por tal veterano...
Y permítanme una maldad, que ya saben ustedes que este catavenenos es un poco protervo. En largo, que la cosa me gusta. Editorialillo de El Mundo que lleva por título “El ‘ABQué’ convierte un millón de ejemplares regalados en vendidos ante la pasividad de OJD”. Y dice esto: “Que los gestores de Abc traten de engañar a sus lectores y accionistas convirtiendo el millón y pico de copias que han regalado en los quioscos en septiembre en ejemplares vendidos sólo concierne a los afectados. Pero que pretendan extender tal falsedad entre los anunciantes es algo que compromete a la Oficina de Justificación de la Difusión (OJD) que mes a mes ve erosionarse su prestigio y utilidad al no ofrecer una auditoría fiel de lo que está ocurriendo en el mercado. Abc regala ya más de 35.000 ejemplares de promedio diario a los compradores de otras cabeceras. Y eso sin entrar en las suscripciones duplicadas. Mientras ellos se jactan de imaginarios liderazgos, lo cierto es que su venta real en quiosco solo roza los cien mil ejemplares, sigue siendo muy pareja a la de La Razón y apenas sobrepasa el 50% de la de El Mundo. El sector empieza a dar por descontado que se trata de un semigratuito con tendencia a gratuito y por eso se habla ya habitualmente del AbQué como fusión de las dos cabeceras de la casa, pero los anunciantes tienen derecho a que OJD les informe de cuántos impactos duplicados están pagando. Que cada uno regale los ejemplares que quiera, pero que conste en acta de forma clara y separada. Nadie puede oponerse a eso”. Primer asalto, que es posible que haya respuesta desde Abc. Una pregunta sin malicia: ¿los montones de El Mundo que todos nos encontramos gratuitamente en bares, cafeterías o restaurantes, son ejemplares vendidos a unos dueños de establecimientos hosteleros comprometidos con la lectura de prensa diaria, y muy específicamente enfervorizados partidarios de El Mundo?
Para no perder ripio etarra, La Gaceta aún tiene mejor información, que sabe la fecha exacta y hasta el contenido de los comunicados etarras. Será, solo es una suposición, que andan escasos los etarras de plumas brillantes y eficaces, y han consultado al recio director del papel, Carlos Dávila, si se aviene a echarles una mano en la redacción, que están atravesados a mitad del comunicado. “El Gobierno espera el anuncio del fin de ETA antes del 31 de diciembre”. Sumarios: “En un primer texto, ETA se prestaría a la verificación del ‘alto el fuego’"; “Acto seguido, antes de fin de año, la banda anunciaría ‘que lo deja”. Dos consideraciones. La primera: ¿Se dan cuenta con qué frivolidad habla nuestra fiel infantería del final de la pesadilla de la banda terrorista que ha asesinado a casi novecientas personas? ¿No les llama la atención ese desparpajo: “se prestaría”, “lo deja”? Y si fuera así, insisto en la pregunta del otro día: ¿les parecería mal o bien que ETA quedara enterrada en un arcón bajo siete llaves?
Ya en Abc, gran despliegue para la gran Soraya Sáenz de Santamaría, a la que tan tímidamente, como les hemos contado, glorificaba La Razón. Abc se vuelca: foto bien generosa y un título-piropo, nueva modalidad periodística que sumamos al haber de don Bieito Rubido Ramonde, que es el director de la cosa: “El antídoto contra Rubalcaba”. Texto: “Soraya Sáenz de Santamaría planta cara al ‘copresidente’ del Gobierno, al que exigió que cumpla el Pacto de Toledo y no se congelen las pensiones”. Otro titular se lo dedica Abc a Cáritas o a Zapatero, que no se sabe: “La crisis lleva a 800.000 personas a Cáritas para poder sobrevivir”. El editorial también va sobre ETA, una vez más, pero en esta ocasión con una insidia que creemos que el Ministerio del Interior no debería dejar pasar sin una aclaración: “Las operaciones policiales contra los terroristas se están utilizando para forzar una negociación en vez de una rendición”. ¿Es eso verdad? ¿Está utilizando el Ministerio del Interior a los agentes de Policía y de la Guardia Civil para su estrategia política? Si no es así, seguramente a los españoles nos gustaría oírselo desmentir a Abc, porque se trata de una acusación, o así lo cree este catavenenos, muy seria. Hermann Tertsch se dedica hoy a Cáritas o, mejor, a Zapatero y deja la lija a Ignacio Camacho: “Política de cabestros”, se titula la columna. Un sumario centra aún más el tiro: “Lo peor que podría hacer el PP es aceptar ese choque frontal que transforme la política en una embestida de cabestros”. Y comienza así: “Cuando afloje esta ofensiva frontal, cuando se remansen estos ánimos inflamados, cuando amaine la tormenta de improperios que el flamante Gobierno ha desatado contra el PP para salir de su arrinconamiento político...”. Pero cómo, ¿qué no saben ustedes de qué improperios hablan? Pues está bien claro, que el Gobierno es en sí mismo un improperio contra la oposición. Camacho se lo explica, que lo hace muy bien: "El Gobierno ha consagrado su tiempo en exclusiva a la creación de un retrato tenebrista y cavernario de la oposición pintada a brochazos como un grupo retardatario, machista, corrupto, antisocial y hasta genéticamente sospechoso". O sea, lo mismo de siempre: que los morritos del alcalde de Valladolid es cosa que ha sacado de quicio el Gobierno o que el Gürtel tampoco es para tanto, con lo que cualquier mención a uno u otro caso no puede ser sino una maniobra del malvado Rubalcaba. Y ya lo dice el articulista: “Lo peor que podría hacer el PP es enredarse en ese choque de cornamentas que transforme la dialéctica argumental en una embestida de cabestros. Si cede a la tentación de la reyerta que le proponen perderá la posición moderada que le ha ido proyectando como alter-nativa y se meterá de lleno en el campo de fango donde le han citado para que pierda pie”. ¿Posición moderada el PP? ¿Tanto como la de sus forofos de los medios?
Convendrán conmigo en que el episodio de Fernando Sánchez Dragó requiere, cuando menos, un parrafito. Poco hay que decir del asunto en sí, porque el propio texto del libro -lo pueden leer en El País de ayer- es tan explícito que no merece más que el desprecio de cualquier persona decente. Inconcebible el acto en sí, pero todavía más repugnante la jactancia el autor y la cita a la prescripción del posible delito. La rectificación, que hoy la tienen en El Mundo es todavía, si posible fuera, peor. ¿Era todo una invención? ¿Lo ha contado muchas veces? ¿Se reían mucho sus interlocutores? ¿Él es la victima del acoso? Hasta el periódico en el que colabora no tiene más remedio que explicar esto en el sumario de la información: “Fernando Sánchez Dragó pide perdón ‘sin sentirse culpable’ por haber escrito que mantuvo relaciones sexuales con dos niñas y jura que nunca lo ha hecho”. Sí me gustaría ejercer mi oficio en este blog y mencionar alguna de las notables cosas que han sucedido en los medios con este episodio.
Pasa, por ejemplo, que en La Razón, siempre tan preocupados de la moral ajena, anfitriones de L’Ossevartore Romano, servidores ilustrados de la Iglesia, en general, y de la española en particular, y furibundos opositores a los anuncios de contactos, nada tiene que decir de un señor –siempre en el escaparate, bendecido y subvencionado desde hace muchos años por las televisiones públicas, primero RTVE, después Telemadrid, donde sigue- que monta un circo con sus experiencias sexuales con niñas de trece años. Ver lo que está escrito en ese libro es fácil para La Razón, por cierto, que la Editorial Planeta del editor Lara es la casa madre. ¿Tampoco le interesa el tema a Abc? ¿Le parece normal y tan irrelevante como para no decir ni palabra? Déjenme señalar estas contradicciones de nuestros amigos, que llevan años llorando amargamente y haciendo encendidos editoriales contra el Gobierno y sus ministras por la amoralidad de las clases de educación sexual, por ejemplo, o cualquier amago que se haga de liberalizar la sexualidad, y callan ante semejante ignominia.
¿Tienen ustedes, además, algún interés en saber de qué manera tan burda se puede manipular una información? Aquí tienen, en todo su esplendor, la desvergüenza profesional de Libertad Digital. No me corresponde defender a El País, que él ya lo hará si quiere, sino denunciar la tergiversación de los demás. Lean cómo ofrecía anoche la información sobre este caso. Antetítulo: “Responde a una noticia del diario”. Título: “Sánchez Dragó: ‘El País, siempre que ha hablado de mí, ha mentido”. Y atentos a la entradilla: “Fernando Sánchez Dragó ha estado En Casa de Herrero respondiendo a la noticia que publicaba ayer El País sobre un pasaje en su libro Dios los cría... El diario de Prisa apuntaba que Dragó se acostó con dos menores. El escritor y periodista ha dicho que jamás lo hizo”. ¿Apuntaba El País? Claro que es mentira y LD lo sabe muy bien. Este periódico recogía frases textuales del propio Sánchez Dragó en las que presumía del encuentro con las niñas, no apuntaba nada: reproducía lo que cualquiera de ustedes pueden comprobar si se acercan a la librería y tienen la humorada de comprar semejante colección de dislates entre Dragó y Boadella, de la que en este blog -13 de setiembre, “Cuánto moro y el Maligno"- ya les dimos cuenta antes de su aparición.
Deben ser cosas de los liberales, que beben las copas que le da la gana, hacen los contratos laborales que se les antoja, se acuestan con las menores que les pete y mienten como quieren. Un asco dicen que es esta dictadura de los bienpensantes.

9/23/2010

Deslizamientos

He leído en algún foro local sutiles advertencias sobre la presencia de gitanos, no se dice si de los “propios” o importados, en nuestros pueblos y urbanizaciones, y su relación con la “casual” pérdida de algunos objetos, así como la extrañeza de alguno que se les vea comprando en las tiendas y comercios de la zona. Otros advierten que por mucho que han cambiado las cosas y las actitudes, dicen, “ellos” siguen igual, no cambian, y dan pié a la desconfianza sobre su comportamiento asocial, cuando no claramente propenso a la delincuencia. No deja de ser un contradicción que en el patio de atrás de nuestra sociedad existe desde hace siglos un grupo humano al margen de casi todo, que viven de lo que sobra, o de lo que se olvida, cuya rémora principal es la ignorancia y la pobreza, y donde han fracasado a menudo los intentos por integrarlos cuando se olvidan a quien van dirigidos y su particular modo de vida. En opinión de la Asociación del secretariado general Gitano, el cambio en la comunidad gitana a partir de los años 80 se ha debido a la generalización de la educación, desarrollando programas de compensación educativa y de apoyo a la escolarización, y también “el acceso a una vivienda y con ello a normalizaciones en higiene, en relación y convivencia vecinal interétnica, estabilidad en un barrio, etc.; también la estabilidad laboral, aunque ésta sea en la venta ambulante; y otras”.

No es casual que el revuelo que se ha montado en Francia con la expulsión de gitanos rumanos y búlgaros, disfrazada de aplicación de leyes contra los ilegales, no tenga el eco suficiente para que la comunidad europea condene firmemente esta medida y defienda los derechos de libre circulación también para esta minoría marginal cuya persecución y aislamiento no ha tenido el mismo reconocimiento que otras.

SaludSutil deslizamiento hacia el fascismo
Carlos Carnicero

Las grandes tragedias del siglo XX se originaron por las crisis económicas y el afloramiento de movimientos populistas, autoritarios y totalitarios, como consecuencia de las guerras y las convulsiones internas. Nadie podría imaginar que el cabo de Bohemia, cuando era un pequeño agitador en Viena obsesionado con su odio hacia los judíos, originaría la tragedia de la segunda guerra mundial.
El mundo ahora está en una crisis que se ha calificado de sistémica porque el capitalismo o la economía de mercado no tiene más carbón y quienes la manejan no están dispuestos a ceder una parte de sus privilegios para equilibrar las sociedades y los países. Son aves de rapiña que quieren establecer que las economías privadas no tienen responsabilidades políticas ni sociales. La ecuación es muy elemental, pero ha cuajado: las sociedades y sus accionistas que arriesgan su dinero no tiene que dar cuenta a la comunidad de los actos que realizan. La idea de la responsabilidad colectiva y el progreso hacia sociedades con menos diferencias se dejan en manos de los estados que cada vez tienen menos poder sobre los mercados y las empresas.
En neoconservadurismo y el integrismo se deslizan sutilmente hacia formas de fascismo revestidas de modernidad, pero que tienen las mismas raíces de siempre. La Eclosión de Silvio Berlusconi en Italia, en medio de la esclerosis de los partidos democráticos, es una buena demostración del colapso de la política. Las actitudes racistas de Nicolás Sarkozy con los colectivos de gitanos rumanos son un espejo que nos devuelve los horrores del Holocausto. Naturalmente nadie se atrevería a expulsar a ciudadanos judíos por el poder que tienen en el mundo. Esa parte de la mayor vergüenza de la historia de la humanidad está blindada afortunadamente. Pero los gitanos son, además, pobres, y la memoria de los que murieron exterminados en los campos de concentración no es suficiente para detener la barbarie del presidente de Francia.
En España no estamos libres de esta contaminación que en Estados Unidos se asienta en la segunda revolución conservadora. La agresión de Esperanza Aguirre, criminalizando los sindicatos, sus liberados y sus delgados es un movimiento en ese deslizamiento hacia el fascismo. Si los partidos están alejándose más de los ciudadanos, y los sindicatos sufren el descrédito organizado de estas nuevas formas de fascismo, el futuro de Europa puede ser terrible a corto y medio plazo.
Es cierto que los sindicatos tienen muchos déficit y necesitan urgentemente una reconversión, pero lo mismo se podría decir de los partidos políticos y de otras instituciones de la democracia. Arremeter contra los sindicatos como institución, demonizar su necesidad y abrir una brecha contra ellos es una agresión autoritaria en esa línea de pensamiento que se sitúa en el fascismo.
La socialdemocracia, el pensamiento independiente y progresista tiene que ganar la batalla a la depresión intelectual que sufre este comienzo del siglo XXI en donde el pesimismo se ha apoderado de los partidos y los gobiernos de izquierda.
Si la receta es la resignación y el sálvese quien pueda será el anuncio del final de la política y la eclosión de nuevas formas de fascismo.

8/02/2010

Pragmatismos

"(...) Es, pues, claro que el Gobierno ha prohibido justamente este espectáculo y que cuando acabe de perfeccionar tan saludable designio, aboliendo las excepciones que aún se toleran, será muy acreedor a la estimación y a los elogios de los buenos y sensatos patricios."

Quien escribía así, referido a la fiesta (?) de los toros, era Melchor Gaspar de Jovellanos, el ilustrado asturiano que apoyaba la Pragmática Sanción publicada por Carlos III en 1785, por la que se prohibian "las fiestas de toros de muerte en todos los pueblos del Reyno, á excepcion de los en que hubiere concesion perpetua ó temporal con destino público de su productos útil o piadoso", ratificada por su sucesor, Carlos IV, en 1790 que prohibía "correr toros que llaman de cuerda por las calles, así de dia como de noche". En 1805, otro real decreto de Carlos IV reiteraba la abolición de las corridas de toros en España y sus territorios de ultramar, aunque se toleraban algunas excepciones con fines benéficos.
Lo cierto es que la prohibición del toreo ha resultado ser un breve episodio en nuestra historia, consecuente con el espiritu humanista de la Ilustración, que también lo hizo desaparecer casi por completo en la vecina Francia, poco tiempo después y coincidiendo con el reinado del liberticida Fernando VII se vuelven a autorizar los toros e incluso se apoya la creación de la Escuela Taurina de Sevilla en 1830. Ya en el siglo XX, la oposición del filófoso Ortega y Gasset a la nueva reglamentación de 1928 por la que los caballos de picar irían provistos de un peto que evitara que los toros les saltaran las vísceras en las acometidas del picador, señala a las claras la actitud esquizofrénica de nuestro inconsciente colectivo respecto a esta sangrante tradición.
Era de esperar que la decisión del Parlamento catalán de prohibir los toros en Cataluña iba a desatar reacciones de todo tipo, y no solo en el ámbito de los aficionados sino también en la derecha mas reaccionaria, que no duda en asociar esta decisión a la necesidad del catalanismo militante de distinguirse de "lo español". Se han oido y leido estos días opiniones de todo tipo al respecto, como la de Jon Juaristi en el ABC, que aprecia en Goya la imborrable identificación del toro y la nación, con ocasión de la guerra contra los franceses, al inefable Antonio Burgos, también en el ABC, comparar la prohibición, llevada a cabo por esos "progres de mierda", de los toros en Cataluña con la retirada de las bolsas de plástico en los supermercados, o la sustitución de las bombillas de filamento por las de bajo consumo, un desproposito que retrata a este pretendido gracioso. Pero no han dejado hasta ahora que se plantee el debate en los justos términos que deben estar en la erradicación de todo espectaculo en que concurran animales donde se les someta a tormento en base a una suspuesta tradición.

Curiosamente, las encuestas mas o menos acertadas que se han hecho estos días señalan que la mayoría de los españoles, pragmático como pocos, están en contra de los toros, o al menos son indiferentes ante el llamado "arte de Cúchares", pero tienen serias dudas sobre la conveniencia de su prohibición, y desde luego hace mucho que se rechaza tal espectáculo con la identidad nacional.
Sobre pragmatismo he leido recientemente un artículo genial de Manuel Vicent, en una serie sobre los cafés del mundo que no tiene desperdicio.


Milagro en el espejo velado, Manuel Vicent

(…) el milagro de A Brasileira se produjo a mitad de los años ochenta del siglo pasado cuando me encontré con la Virgen de Fátima en carne mortal, sentada a un velador ante una taza de chocolate y un bollo. Era una anciana muy elegante. Un fotógrafo portugués me animó a que me presentara ante ella y le preguntara si era la señora que se apareció en Cova de Iria. Así lo hice. Después de cierta reticencia por mi proceder tan intempestivo y habiéndose repuesto de su primera duda, me ofreció la silla a su lado y me contó la historia.

Se llamaba Mary Wilkin y era inglesa. Se había casado en el año 1917 con Roberto Pinheiro, un joven topógrafo de Oporto, al que conoció en Londres. El primer trabajo de su marido consistió en realizar unos cálculos de topografía para abrir una carretera de segundo orden en Cova de Iria, un paraje abandonado del mundo junto a un pueblecito de Fátima. Mary Wilkin, apenas una adolescente, recién casada, pelirroja, vestida de blanco hasta los pies, con sandalias y un chal azul acompañó a su marido y mientras él trabajaba en las mediciones del terreno, ella se perdía por el valle buscando flores silvestres. Era el 13 de mayo cuando le sorprendió a media mañana una tormenta y se subió descalza a un árbol. De pronto se abrió el sol entre dos cúmulos blancos, un rayo le iluminó el rostro y en ese momento, en el silencio absoluto del paraje, sonó el tintineo de campanillos de unas cabras y vio a tres pastorcillos, dos niñas y un zagal, al pie del árbol mirándola. Aquellos niños nunca habían visto a una joven pelirroja vestida de blanco con un chal azul, salvo en la estampa de la Virgen de Murillo que había en la iglesia de Fátima. Traté de que entendieran en inglés. Jugamos al escondite y nada más.

-Ese verano -me dijo Mary Wilkin- volví con mi marido de vacaciones a Inglaterra y de regreso a Portugal en otoño me encontré que a Cova de Iria iban decenas de miles de peregrinos.

Años después en la presentación de un santoral de Luis Carandell junto al padre Martín Patino, conté que este prodigio del café A Brasileira podía considerarse el verdadero secreto de Fátima. Y ante cierto malestar que expresó monseñor, dije que Dios no tenía por qué molestar a la Virgen y hacerla bajar del cielo si pudo haberse servido de una bella inglesa para realizar el milagro.


6/15/2010

Cuatro gatos

Buena nos espera, es lo mismo que el agua nos ahogue y nos corte las carreteras o que, aún peor, nos anuncien que vienen los alemanes al rescate de nuestra maltrecha economía, la avalancha del mundial de futbol puede con todo, ya estamos metidos en la vorágine de las retransmisiones de esa singular tropa que son los periodistas deportivos, una raza especial de periodista que no solo no oculta sus preferencias sino que presume de ellas, enturbiando la información que debería ser aseptica, o al menos no tan parcial como nos tienen acostumbrados. En ninguna parte de los periodicos y del resto de medios, es tan arbitraria, tendenciosa e injusta la información como en el apartado deportivo, y es en el fútbol donde llega a la exceso, tal vez porque este extraordinario juego se dan, como en casi ninguno, la estrategia, la fuerza, el contacto y la inteligencia. Aquel "deporte de caballeros jugado por gente del pueblo", en oposición al rugbi, "deporte de gente del pueblo jugado por caballeros", se ha convertido en el campo de batalla donde se enfrentan barrios, ciudades, paises y hasta regímenes en una contienda no siempre incuenta.
De unos días en Barcelona me traigo buenos recuerdos y en especial de la visita al cafe 4 Gatos (Els quatre Gats), muy cerca de la catedral, en donde aún se respira el sabor de las tertulias de finales del XIX y la mitad del siglo pasado. Un lugar encantador en el que además se puede comer bien sin excesos, y del que me he traido un cartel de Ramón Casas, digno de la colección de curiosidades biciclísticas de nuestro compañero Fico.


Hay cucarachas en África

José Manuel Ponte

Comenzó la locura mediática de los campeonatos mundiales de fútbol, que a todos nos alcanza por mucho que escondamos la cabeza debajo del ala. Los periódicos, las radios y las televisiones dedican amplios espacios al acontecimiento, y han desplazado un ejército de enviados especiales a Sudáfrica, la nación más al sur de lo que hasta no hace mucho se denominaba el "continente negro". Algunos de esos enviados trasmiten emociones propias de un primerizo expedicionario blanco enfrentado a los peligros de la selva. Uno de ellos describió la aparición en el cuarto de su hotel de una cucaracha como si hubiese tenido un encuentro peligroso con una fiera. Tal parece que en España fuese una cosa insólita encontrarse con esa clase de bichos. En las películas sobre África que veíamos de niños, lo normal era que la guapísima protagonista abandonase temerariamente el campamento para dar una vuelta, o bañarse en pelota en un río, sin caer en la cuenta de que era acechada de cerca por un león, un cocodrilo, o una serpiente pitón. Afortunadamente, el chico acudía a su rescate, ahuyentaba o mataba al animal y ella, muerta de miedo y de amor, se refugiaba en sus brazos. Pero nunca supimos que hubiera que salvar a nadie del ataque de una cucaracha, por muy grande que ésta fuera. La decisión de la FIFA de llevar los campeonatos mundiales a territorio africano desató en su momento una gran polémica en los medios occidentales ante el riesgo de que el país anfitrión no estuviese a la altura de esa responsabilidad y la organización adoleciera de graves fallos de seguridad. Al final se impuso el argumento de premiar el espectacular desarrollo del fútbol africano e incorporarlo al sistema, no como elemento exótico sino como miembro de pleno derecho de la comunidad internacional. En los últimos años, las selecciones nacionales africanas tuvieron un destacado papel en las grandes competiciones y los jugadores de ese continente se han convertido en estrellas de las ligas europeas, con el mismo nivel de emolumentos que los grandes jugadores sudamericanos, que eran hasta ahora el vivero de que echaban mano los clubes más importantes. Pese a todo ello, los viejos prejuicios coloniales sobre la superioridad innata del hombre blanco continúan funcionando y los enviados especiales, además de transmitir encuentros peligrosos en el dormitorio con cucarachas de tamaño gigantesco, nos informan puntualmente sobre robos en los hoteles, y sobre los riesgos de salir a pasear de noche por la calle. Cualquiera que conozca Madrid o Nueva York, por no citar otras grandes urbes, sabe que esos sucesos, y otros peores, son cosa habitual y no por ello se echan las manos a la cabeza ni sacan conclusiones descabelladas. Después de los trágicos acontecimientos que se han vivido en los estadios europeos, con decenas de muertos y heridos en tumultos y agresiones, ¿qué le tenemos que enseñar a nadie en punto a civilidad? Todos los fines de semana, en casi todas las ciudades europeas, la policía que pagamos con nuestros impuestos lleva hacia el estadio, fuertemente protegidos, como si se tratase de un rebaño valioso, a numerosos grupos de hinchas del equipo visitante para ubicarlos en una grada especial con la suficiente antelación al inicio del partido. Y lo mismo hacen al final. Normalmente estos honorables ciudadanos dejan tras de sí un reguero de urinarios, vallas y sillas destrozadas. En ocasiones, se produjeron agresiones físicas y hasta homicidios. La memoria es frágil y sólo recordamos, o vemos, lo que nos interesa.

6/03/2010

Papistas

A la luz de la reacción de la prensa israelí, muchas de las cosas que se han oido estos días por aquí sobre el asalto a los barcos con destino a la franja de Gaza muestran que no importan los motivos ni las circunstancias, algunos son mas papistas que el Papa, incluso son mas sionistas que el propio gobierno conservador de Israel, que se niega a dar su brazo a torcer reconociendo que ha cometido un tremendo error de consecuencias imprevisibles. Algunos de los que han apoyado sin ambages la operación del ejercito contra, lo que parece, una misión de ayuda y propaganda sobre la situación de aislamiento de Gaza, pretenden utilizar el argumento falso y sectario que hay que escoger entre la democracia israelí y los terroristas de Hamás, pero la realidad es mucho mas compleja y nunca se llegará a acuerdos justos dinamitando las conversaciones de paz.

Impunidad

M. Á. BASTENIER 02/06/2010

Ni dérapage sobre el terreno, ni historias. Pero aun deplorando la gravísima pérdida de vidas humanas en el asalto israelí a la flotilla turca que se dirigía a Gaza, la cuestión de fondo no cambia. Aunque el asalto se hubiera realizado como un minué versallesco y el pasaje no hubiese sufrido más inconveniencia que la de haber viajado en balde, la operación constituiría una nueva transgresión del Derecho Internacional; la autoatribución del Estado sionista del derecho a actuar contra quien quiera, donde quiera, con cualesquiera consecuencias, por tierra, mar y aire. Israel obra, como decía Edward Said, en la impunidad más absoluta. El Gobierno de Benjamín Netanyahu nunca defrauda al antisemitismo universal.

El Estado sionista se cree con derecho a actuar contra quien quiera, por tierra, mar y aire

Las consecuencias políticas del atropello en alta mar son muy negativas para un país cuya imagen se deteriora a ojos vista; pero ninguna de ellas, aunque no fueran las oficialmente deseadas en cada momento, contradice la política a largo plazo del Estado.

La actuación de un Ejército, cuyo lema es la pureza de las armas, torpedea las conversaciones de proximidad -próximas, pero no cara a cara- entre palestinos e israelíes con intermediación norteamericana. Podrá decirse que sus probabilidades de éxito se expresaban en partículas de protón, pero las partes participaban en la charada esperando que fuese el otro quien rompiera la baraja. Y no causaría por ello disgusto a Netanyahu que los palestinos paralizaran los contactos.

Desploma las relaciones de Israel con Turquía, puesto que tres de los seis buques eran turcos y la expedición tenía el beneplácito de facto del Gobierno de Ankara. Las relaciones entre ambos países ya no serán nunca más lo que fueron porque llueve sobre mojado. El cambio fundamental se produce por la reorientación de la política exterior del antiguo aliado de Israel hacia el mundo árabe, en particular con Siria e Irak, y la mediación para evitar que Irán sufra nuevas sanciones internacionales.

La agresión israelí, en la que murieron varios pasajeros turcos, es por ello combustible para un incendio declarado. Turquía había cimentado una estrecha alianza con Israel a partir de su mutuo renacimiento en el siglo XX, la primera como república sucesora del Imperio Otomano y la segunda como Estado sionista, en medio de un mar árabe hostil, cuando no enemigo de ambos países. Pero también en este caso el sentimiento político israelí puede aprobar que Turquía haya pagado por su traición.

La UE, aparte de tajantes condenas verbales, alguna vez podría mostrar prácticamente su disgusto por el ataque a un convoy en el que viajaban parlamentarios y personalidades europeas. El propósito de la flotilla era sin duda propagandístico y propalestino, pero de una total inocencia humanitaria para provecho de millón y medio de habitantes de la franja. Si es cierto, como Israel asegura, que gracias al corredor terrestre por el que permite que discurra un hilo de suministros Gaza no pasa sed, ni hambre -solo de justicia- ¿qué inconveniente podría haber para que le echaran una mano desde el exterior? Naturalmente, esa es una pregunta retórica porque el Estado sionista lo que quiere es castigar a Hamás por lo que dice que le haría a Israel, aunque difícilmente por lo que hace, que es nada. Pero la salvajada sirve para reiterarle a Europa que su papel es y será insignificante en todo lo que se negocie en Oriente Próximo.

Y también es teóricamente fatal para las relaciones con Estados Unidos porque, además de abortar el viaje que el primer ministro israelí tenía que realizar ayer a la Casa Blanca, marca una nueva demora en los planes para desencadenar la paz que, tenazmente, mantiene el presidente Obama. Pero la intransigencia marítima de Israel equivalía a decirle a Washington que no le impresionaba la severidad de sus recriminaciones; y que no perdiera el tiempo pidiendo lo que no se le iba a conceder.

El gran periodista israelí Gideon Levy escribió el 18 de marzo en el diario Haaretz lo que podría ser una explicación ad hoc, muy terrenal, que son las que valen, de por qué lo que perjudica a Israel no necesariamente contradice los designios últimos de su Gobierno. "Israel no busca seriamente la paz porque la vida del ciudadano es lo bastante buena incluso sin ella; y la ocupación no pone en peligro su futuro". Mientras el coste de mantener la ocupación de los territorios palestinos no sea mayor que el beneficio que, pretendidamente, se derive de retenerlos, no hay ningún motivo para pensar que la paz esté a la vista.

6/01/2010

debate nacional

En un debate improvisado en plena fiesta de San Melchor de Quirós, (¿a quien coño le puede interesar poner de patrono de un club deportivo a un santu que fue descuartizado a los 37 años en Tonkin y canonizado por el papa polaco? con las mismas podía haber escogido al fundador de los Legionarios de Cristo, al tal Marcial Macien, también muy querido del anterior Papa y al menos se dice que esti había hecho deporte de joven...) discutiamos sobre la conveniencia de quemar el monte como método de "explotación racional" de nuestras zonas de montaña; como el argumento más sólido que defendía mi contertulio, apoyando las quemas del monte, era que los ganaderos siempre lo habían hecho así, y las cosas parecían ir bien, mi (elaborada, como suele ser) argumentación técnica y medioambiental en contra no recibió mas que rechazo en función de ser excesivamente teorica, es decir, antes de opinar tendría que dedicarme a la noble tarea de llindar vaques para comprender la magnitud de la benefactora acción de hombre con su medio. Afortunadamente la conversación siguió otros derroteros mas amables, gracias a la sidra y a un DJ empeñado en triunfar entre la concurrencia, la pista de baile hizo el resto y ya no tuvimos que debatir mas allá de lo curiosa que esta fulanita o de lo bien que baila zutanita, y de lo "vertical" que se mantiene aquella otra....
En el panorama nacional tal parece que falta una distracción semejante para dirigir los debates hacia cuestiones menos dramáticas, el futbol y los toros han entrado en la misma espiral que el resto de asuntos polémicos y ya no hay consenso con ninguna de nuestras "glorias nacionales" como antaño, lease Rocio Jurado, Raphael o Julio Iglesias, a pesar de las pocas cosas que los separan, como señala Francisco Bustelo respecto a los dos partidos mayoritarios.

La España agitada

FRANCISCO BUSTELO 01/06/2010

La agitación política tan grande que padece España se ha recrudecido últimamente por causa de las medidas contra el déficit público que ha tomado el Gobierno y por la suspensión del juez Garzón, pero en realidad ya existía antes, desde hace años, cuando menos desde 2004. Y es que en España sucede algo insólito, que no se da en otros países avanzados, a saber, el fiero y poco civilizado enfrentamiento entre el partido que gobierna y el principal partido de la oposición.Aflora hoy un trasfondo histórico que la Transición soterró malamente

La Transición fue imperfecta. El franquismo quedó impune a la fuerza

Tal cosa, digo, es insólita, puesto que uno es de centro-izquierda y el otro de centro-derecha, con lo que, pese a las apariencias, la distancia ideológica que los separa en cuestiones de fondo es pequeña. Nada de lo que antaño dividió tanto a los españoles: democracia, monarquía, propiedad privada, Estado de bienestar, alianzas exteriores, es hoy motivo de discrepancia. Como mucho, hay diferencias sobre el Estado de las Autonomías, aunque no parecen irreductibles. Tampoco en materia económica se explica por razones de peso la gresca continua, cuando llegar a acuerdos sería casi necesario y muy conveniente para todos.

¿Por qué, entonces, esas acerbas descalificaciones mutuas? A decir verdad, en cuanto se analizan, ninguna de ellas se tiene en pie. Lo prueba el que, una tras otra, se vayan desmoronando acusaciones que en su momento se presentan como hechos incontrovertibles, para luego olvidarse con rapidez y verse sustituidas por otras que se anuncian igualmente terribles y definitivas.

Recuérdese, por ejemplo, lo que, según el Partido Popular, ha hecho el Gobierno desde 2004: no aclarar los atentados del 11-M, negociar traidoramente con ETA, usar a policías y jueces para inventarse casos de corrupción, enfrentarse con Estados Unidos y aliarse, en cambio, con Gobiernos populistas de América Latina, acabar con el espíritu de la Transición y volver a la mentalidad frentista de finales de la Segunda República, ser el principal culpable de la crisis económica y no tomar medidas para atajarla o bien tomarlas, pero todas ellas equivocadas. Ante tanto vituperio, quizá con la atenuante de ser el agredido, el PSOE reacciona con talante parecido. Según él, el PP se niega a aceptar el resultado de las urnas, está influido por el autoritarismo de sus ancestros, no se distancia suficientemente del dinero, está plagado de corruptos, no dice más que vaguedades, solo sabe descalificar.

Rebatir tamañas afirmaciones no merece la pena, pues son falsas o bien exageraciones tan burdas que se caen por su propio peso. Si fuesen ciertas, como ambos partidos representan con sus votos a más de las trescuartas partes de la población, resultaría que los españoles nos identificamos mayoritariamente con quienes en uno u otro lado son antidemócratas, sectarios, mentirosos, ineptos y corruptos. Excuso decir que en tal caso habría que apresurarse a borrar a España de la lista de países desarrollados.

La situación, por fortuna, no es tan grave, aunque sí parece que algo falla en nuestra convivencia. ¿Por qué? Descartadas las interpretaciones genéticas o psicológicas por carecer de toda base científica, una posible explicación podría ser que el pasado está más presente de lo que se creía. Existiría así un trasfondo histórico que solo habría quedado malamente soterrado con la Transición y ahora ha aflorado.

Esa sería la verdadera memoria histórica, la que nos impide olvidar que los españoles vivieron durante 200 años duramente enfrentados entre sí. Absolutistas y liberales, patriotas y afrancesados, moderados y progresistas, conservadores y revolucionarios, librepensadores e integristas, sindicatos y patronales, nacionalistas españoles y nacionalistas "periféricos", rojos y azules, casi no hubo esfera en que no hubiera conflictos, por lo general enconados y más de una vez a muerte. Sin esos antecedentes, ¿cómo se explicaría, por ejemplo, el mucho enojo que suscita en tanta gente de derechas el que la izquierda gobierne, con independencia de que lo haga bien o mal y aunque esa izquierda sea nada radical?

¿Qué cabría hacer? Por lo pronto no echar más leña al fuego, pues la que arde es más que suficiente. Quizá si se tuvieran más presentes los enfrentamientos heredados del pasado, se actuaría con más prudencia. Ni Garzón debería haber intentado condenar al franquismo judicialmente, ni mucho menos un juez del Tribunal Supremo debería haber incoado una causa contra él por supuesta prevaricación, ni el Tribunal Constitucional debería anular, como parece que podría hacer, buena parte del Estatuto de Cataluña.

¿Cómo habría que proceder entonces? El franquismo, por ejemplo, ha sido sobradamente condenado por la historia y está tan muerto y enterrado como sus protagonistas. Es cierto, sin embargo, que nuestro pasado es muy peculiar, pues la transición a la democracia, donde se encuentra el principio de nuestra convivencia actual, fue imperfecta y, aunque desmontándolo, hubo que dejar por fuerza impune al franquismo.

¿Tendría sentido rebobinar la historia y condenarlo judicialmente? Yo creo que no, tanto más cuanto que franquistas hoy no existen, salvo grupúsculos de los que ni se sabría si no fuera porque algún magistrado atiende a sus demandas. Además del tiempo transcurrido, hubo y hay personas de relieve que fueron franquistas y luego contribuyeron decisivamente a traer la democracia. Sin ellas (junto a la tal vez excesiva pero inevitable generosidad de la izquierda), no hubiera sido posible la reconciliación. Baste citar al propio Rey, a Adolfo Suárez, a Fraga, al tan homenajeado Samaranch... Claro que el franquismo cometió crímenes. No es que no mereciera una condena judicial, que sí la merecería, es que tal cosa nada añadiría a nuestra historia ni contribuiría a mejorar nuestro presente. Más bien lo empeoraría, al aumentar el enfrentamiento entre izquierda y derecha.

A mí no hace falta que nadie me recuerde lo que fue la dictadura del Caudillo, pues como antifranquista activo padecí cárcel y exilio. A mí lo que me alegra es que, pese a lo que dicen algunos, el franquismo sea cosa del pasado. No veo, pues, la necesidad de que un juez o tribunal diga ahora que hubo crímenes. Claro que los hubo desde el comienzo mismo, con la sublevación contra un Gobierno legítimo.

Como también los hubo durante la Guerra Civil en el lado republicano, por más que algunos digan, con su parte de razón, que no se puede comparar lo que ocurrió en uno y otro bando, aunque solo sea porque la guerra duró tres años y la dictadura casi 40 y porque la represión franquista fue planificada y la republicana en buena medida fruto del caos. Es muy cierto, además, que las "fuerzas del orden" saben reprimir más y mejor que las "hordas marxistas", pero en materia de crímenes ningún balance, sea cuantitativo o cualitativo, exime de culpa a nadie.

Otra cosa muy distinta es que, como se ha repetido muchas veces, se ayude a los familiares a recuperar ¡70 años después! los restos de quienes fueron asesinados y enterrados en cunetas o fosas anónimas. Todo lo que el Gobierno y las Comunidades Autónomas hagan en este sentido será poco y lo inexplicable es que se haya tardado tanto.

Terminaré con una nota optimista. Si el Partido Popular pierde por tercera vez consecutiva las elecciones generales de 2012 tendrá que renovar a su personal y con ello variará muy probablemente su línea política. Si, en cambio, gana, una vez en el poder tendrá que olvidarse de todo afán descalificador, pues tarea no le faltará. Claro que en este último caso correspondería al PSOE una difícil y meritoria labor: no comportarse en la oposición como hace hoy el PP. Entonces España dejaría de ser un país inútilmente agitado.

Francisco Bustelo es catedrático emérito de Historia Económica y rector honorario de la Universidad Complutense de Madrid.

5/05/2010

Civismo

"Pobres de aquellos que observen la realidad de España sólo a través de los medios de comunicación", dice hoy en un artículo Elvira Lindo y me temo que esa realidad impuesta o traducida por los medios de comunicación es la que impera en el mundo actual, de tal forma que nuestras democracias se han convertido en sistemas mediaticos que distorsionan la realidad en función de sus interesas, ideologías o mercados. Los ciudadanos, o mejor, los consumidores nos limitamos a elegir el medio y poco mas, y para eso consumimos información que nos ratifique en nuestras convicciones sin pararnos a pensar que la pluraridad exige el respeto a las ideas de los demás. De nada vale advertir que en el mundo real hay mas de dos opiniones, mas de un deporte o de una religión, los "medios" nos traen su realidad y punto.
Sobre la defensa del civismo en la politica y el respeto a las ideas de los contrarios ha hablamos magistralmente Obama en un reciente discurso, que parece reflejar con exactitud, a pesar de las diferencias, lo que sucede aqui.

4/06/2010

Contradicciones

Hoy 6 de abril dice mi calendario que es San Diógenes, el de la enfermedad supongo, y además esta cita: "Un hombre tiene la edad de la mujer a la que ama", con lo que, dado que es mi cumpleaños, estoy salvado porque la mi muyer lleva tiempo cumpliendo a la inversa y debe estar a punto de bajar de los cincuenta.

Hoy sale en El Mundo un artículo sobre el "sexo castigado" y acaba con este párrafo:
"Que la Justicia está llena de contradicciones lo saben hasta Julián Muñoz o Jaume Matas. En Suecia, también. En dicho país escandinavo la prostitución es legal pero utilizar los servicios de una prostituta, no. Y es sólo un ejemplo. Si queréis reíros un poco os recomiendo que le echéis un vistazo a esta página. Se llama ‘Dumb laws’ (leyes idiotas) y consiste en una recopilación de burradas legales que aparecen en los códigos penales de muchos países, principalmente de los Estados Unidos de América. Por ejemplo, sabed que en Arizona no se pueden tener más de dos dildos (consolador sin pilas) en casa. Algo es algo, porque en Georgia los juguetes sexuales están prohibidos. En Lousiana, es ilegal practicar sexo con una vaca y en Florida con un puerco espín. Sin embargo, en el Estado de Virginia, es legal tener sexo con un animal, siempre que éste pese más de 40 libras. No sólo encontramos leyes absurdas que hacen referencia a prácticas sexuales poco habituales. En Arkansas, el sexo oral está considerado como ‘sodomía’ (o sea, malo, malo) y en Florida y en Georgia, es ilegal. Incluso dentro del matrimonio. Normalmente estas leyes se encuentran durmiendo el sueño de los justos en el código penal, aunque, de vez en cuando, algún abogado se encarga en volver a invocarlas en algún proceso complicado de divorcio, por ejemplo. Ya sabéis, te acusan de prácticas sexuales anti-natura y te quedas sin el rancho de Colorado. Una putada..."
De Gürtel hablaremos mañana.
Salud
P.D.: "Si se suman dos manzanas, pues dan dos manzanas. Y si se suman una manzana y una pera, nunca pueden dar dos manzanas, porque es que son componentes distintos. Hombre y mujer es una cosa, que es el matrimonio, y dos hombres o dos mujeres serán otra cosa distinta.".
Ana Botella – Sra. de Aznar

3/23/2010

Confeseme con un cura

(Como dice la canción asturiana, "Confeseme con un cura, que guapu llera, pusome de penitencia que lu quisiera, y yo lu quise, y yo lu quise, porque la penitencia de amor tien que cumplise, y desde ahora, y desde ahora, prefiero morir martir de amor que dormir sola...")

Los hijos de los clérigos son sobrinos, o lo que es lo mismo, Filii nominantur nepotes, que como dice Celso Alcaina es, mas que una broma, una norma que viene de la Baja Edad Media. En tanto se suceden las denuncias sobre los abusos de miembros de la Iglesia, hoy mismo se amplia la información sobre el régimen de terror que ha imperado, según una denuncia reciente, en la supuesta institución modelo de Los Niños Cantores de Viena, o el reciente caso del clérigo español detenido en Chile con material pedófilo, que día a día muestra a las claras la red de silencio, ocultación y complicidad que las autoridades eclesiasticas han tenido con los curas pervertidos, olvidando que, a parte de pecado, esta perversión es un delito que deja cicatrices muy profundas en sus víctimas.

El artículo del teólogo Celso Alcaina relata su experiencia en los años pasados en El Vaticano y el profundo desaliento de comprobar que "La Iglesia nunca ha sido un Estado de Derecho".

Filii nominantur nepotes (Los hijos de los clérigos son sobrinos)

Celso Alcaina, 22 de marzo de 2010 a las 11:51

(Celso Alcaina).-Sentada en mi sofá, sin mirarme a los ojos, me lo espetó: "Monseñor, que pena que haya regresado sin su sobrinita; aunque se dice que es hija suya". Aprovechó los pocos minutos de ausencia de mi madre, ocupada en la cocina. Era Pasqualina Fois, sarda, 46 años,"doméstica" de monseñor Umberto Cassani. El mío y el suyo eran apartamentos contiguos, en la primera planta del Palazzo del Sant'Uffizio.

Desde hacía un año, mi madre estaba conmigo. En mis primeras vacaciones como oficial del Vaticano, ella observó, preocupada, mi aspecto enfermizo. Carencia de cuidados. A sus 65 años se empeñó en ir conmigo a Roma, dejando atrás casa y marido. Decidimos que le acompañara Pilar, 8 años, hija de mi hermano Gervasio. Mamá se sentiría más acompañada en un país desconocido, entre desconocidos, con idioma desconocido. A la niña le encantó la aventura. Durante un año convivimos los tres.

A mi función de oficial, añadía las labores de padre. A diario, llevaba a Pilar al cercano Colegio del Gianicolo y la recogía. Aprendió el italiano. Hizo amigos/as. Fue recibida y acariciada por Pablo VI, una vez conmigo y otra también con mis padres. Al regresar de las siguientes vacaciones veraniegas, sólo me acompañó mi madre. Mi hermano y cuñada no soportaron quedarse nuevamente sin su pequeña. Ésta se disgustó ostensiblemente. Durante meses tuvo pesadillas relativas a mi y al mundo romano. (Pili es hoy madre de un adolescente, abogada y profesora. No me importaría haber sido su padre. Un besazo, sobrina).

Me sentí incómodo con las palabras de Pasqualina. Las atribui a una nueva acometida libidinosa de una mujer hipersensual ante un bombón de 34 años. Ella pertenecía a una singular hermandad italiana de sirvientas del clero: “ausiliari del clero”. En esa asociación ingresaban mujeres libres cuarentonas. Era la edad recomendada por el Concilio Tridentino. Necesitadas de afecto y sexo, con frecuencia lograban ambas metas con sus “amos”. También, un sueldo, un cierto prestigio y algún poder. Se aburría con mons. Cassani, un amable septuagenario que había sido Capo Ufficio, jefe de la sección matrimonial de la Congregación. Pretextando ayudar a mi madre, había ido colándose en mi casa de la que había obtenido una llave. Era una excelente cocinera. A espaldas de su patrón, nos deleitaba haciéndonos probar sus guisos y postres. En confidencias anteriores, había presumido de haber sido la “doméstica” y amante de mons. Jacques Martin, diplomático, entonces arzobispo Prefecto de la Casa Pontificia y más tarde Cardenal. Según ella, mons. Martin la sustituyó por María, otra “ausiliare”, también sarda, a la que conocí y traté. Pasqualina, aunque lo disimulaba, odiaba a su sucesora en el apartamento (y en la cama?) de mons. Martin. Con éste llegué a tener amistad. Me atendió cada vez que le pedí un favor para alguien que visitaba el Vaticano y pretendía acercarse al Papa. En unas tres ocasiones, mi madre, mi sobrina y yo salimos a los “castelli romani” con mons. Martin y mons. Cassani acompañados de sus respectivas “ausiliari”.

Días después de la conversación del sofá, mi sorpresa fue mayor. Mi colega y amigo alemán Herman Schwedt me convenció de que cuanto me había dicho Pasqualina tenia fundamento. Suele acontecer. El interesado es el último en enterarse. El cotilleo sobre mi supuesta paternidad era real. Pero no era una excepción. Mons. Plenteda, notario del Santo Oficio, Mons Lancciotti, Mons. Çertö, los tres con domicilio en el Palazzo, también tenían “sobrinos/as” adolescentes. El citado mons. Cassani tenía un hijo, Paolo, casado y con dos niñas. A Paolo, a su esposa Livia y a las dos niñas de entre 6 y 8 años, los conocí y traté media docena de veces en sus visitas al padre clandestino, “tío” para la sociedad hipócrita y “bien pensante”. Se trataba de un caso real y verificado. Mons. Cassani me lo había contado todo, todo y todo. Conservaba un emotivo recuerdo de su amante, ya difunta. Trataba a Paolo y a sus nietas como un responsable cariñoso padre y abuelo.

En los restantes siete años fui conociendo casos y más casos de curiales con “sobrinos/as” y con “ausiliari”. Supe que dos “sobrinos” del Cardenal Federico Tedeschini ocupaban cargos relevantes en el Vaticano. Tedeschini había sido Nuncio Apostólico en España. Era un impresionante “mister” en físico, en talento, en diplomacia. Dicen que traía de calle a las mujeres. Murió en 1959. Su muerte ocasionó importantes problemas hereditarios al Vaticano y a sus parientes. Nunca me encontré con sus hijos. Me contaban que se parecían tanto a su “tío” Cardenal como lo hacen tres gotas de agua.

Curiosamente, sólo dos meses antes de dejar el Vaticano vine a conocer de boca de Franca, la doméstica de mi amigo Schwedt, que ambos mantenían vida afectiva de pareja desde hacía ocho años. Herman era uno de mis mejores amigos. Varias veces había estado a cenar o a charlar en su apartamento, situado fuera del Vaticano, aunque en sus cercanías. Herman, prudente y cauto, daba por supuesto que yo lo había adivinado. Franca, una siciliana de su misma edad, no pertenecía a la hermandad de “ausiliari del clero”. Fue reclutada por Herman en el Colegio Teutónico cuando ambos tenían 33 años. Ella era camarera. Nunca pude comprender mi escasa perspicacia en este caso. Monseñor Herman Schwedt permaneció nueve años en el Santo Oficio. Después de haber defendido una excelente tesis doctoral en la Universidad Gregoriana sobre Rosmini, se casó con Franca. No tienen hijos, sí sobrinos, esta vez sin comillas. Viven en Limburg, con estancias prolongadas en Sicilia y en el Alto Adige. El obispo de Limburg lo nombró archivero de la diócesis, cargo en el que se jubiló recientemente. Sigue investigando y escribiendo en prestigiosas revistas de tema histórico. Con posterioridad a mi descubrimiento, otro de mis colegas, el estadounidense mons. Richard Malone me aclaró que el affaire Schwedt era conocido incluso por los superiores del Santo Oficio. Y es que nada se prohibe y se castiga si no hay una denuncia formal o no salta a la opinión pública. Lo importante es ser cauto, no ser casto.

Los casos relatados se contraen a la Curia romana. No pretendo ser exaustivo. Los cuento tal y como los experimenté. Siempre que me adentré en la intimidad de mis interlocutores descubrí un affaire que tenía que ver con la afectividad y con el sexo. Tuve ocasión de comentar y valorar esta constatación con amigos colegas curiales. Y concluíamos que el carácter de la persona que tenía cubierta su afectividad y sexualidad mejoraba o no se agriaba. Ello era más importante y evidente en el ejercicio de la autoridad.

Era el año 1969. En la Sección Disciplinaria, llamada por nosotros Sección Criminal, un caso tenebroso de un arzobispo del continente americano. No se le investigaba por “sobrinos”. Supuestamente tenía más de uno. Era por corrupción de menores. El Promotor de Justicia instruia la causa. Él me resumió la positio que todavía debía completarse con documentos y testimonios. El Papa no suele enterarse de esos casos hasta que la causa está muy avanzada. Por lo demás, el Papa, cuando anuncia un Consistorio y preconiza a nuevos Cardenales, no consulta previamente al Santo Oficio, como sí lo hace para el nombramiento de obispos. Pues bien, el arzobispo encausado fue preconizado Cardenal. Ese mismo día, su causa fue archivada. Ignoro si fue eliminada del Archivo y quemada. Un velo cubrió para siempre las presuntas vergüenzas – léase delitos- del arzobispo.

Durante tres de mis ocho años en el Vaticano, actué de comisario-juez para las reducciones de sacerdotes al estado laical. Más de mil casos pasaron por mis manos. La mayor parte de ellos no suscitaba especial curiosidad. Clérigos que se habían enamorado. Otros que, además, esperaban un hijo de su novia o ya lo habían tenido. Algunos no comulgaban con la institución eclesiástica y buscaban fuera de ella una aproximación al mensaje de Jesús. Pocos habían perdido toda fe en el Cristianismo. Pero tuve un caso sobre mi mesa que me impactó. No era europeo. Siete hijos (sobrinos) con diversas mujeres. Había practicado sexo desde los seis años, iniciándose con su prima de doce. Tenía 34 años. Pretendía casarse con la actual novia y madre de su último bebé al que decía adorar. Sin comenarios.

Con intervalos de algunos años, en tres ocasiones, yo había sido alumno del Pontificio Colegio Español. Año tras año, un compañero seguía allí. Superaba los 40 años. Bastante mayor que el resto de alumnos. Decía que preparaba su tesis doctoral. Era muy resevado, pero correcto. Ya en el Palazzo, la bomba explotó. Me llamó la atención su nombre en grandes caracteres sobre una carpeta del Promotor de Justicia. No daba crédito a cuanto estaba leyendo. Solicitación en confesión, absolución de cómplice, abuso de menores, violación, hijos (sobrinos) de varias mujeres. Estuve deprimido un mes. En mis esporádicas visitas al Colegio seguí viéndolo. Celebraba la Misa en una casa de religiosas. Eso decía. No podía regresar a su tierra, en el interior de la península. Había que disimular el destierro. La diócesis lo becaba en Roma por tiempo indefinido.

Filii nominantur nepotes. Los hijos de clérigos serán sobrinos. No es una broma. Tampoco, un dicho popular. Era una norma legal que viene de la Baja Edad Media. Ya Gregorio VII, el monje Hildebrando de Soana, había allanado el camino. La secular corrupción de la Iglesia romana le sirvió de pretexto. Dominante hasta el extremo, con una fuerte personalidad y un insuperable fanatismo monjil. En 1074 impuso el voto de celibato a todo candidato al sacerdocio. A pesar de ello, muchos clérigos desobedecieron durante siglos. Las Decretales de Gregorio IX (1234) y las Extravagantes de Juan XXII (1320) recogen el aforismo en forma poco definida. El origen, el meollo, está en las herencias patrimoniales. Las riquezas acumuladas por obispos, abades y altos clérigos iban a parar a sus hijos, fraccionando haciendas. Era una etapa en que lo patrimonial se confundía con lo institucional. Los reyes legaban a sus hijos un país, un trozo de teritorio, una ciudad, un condado. Los eclesiásticos legaban a sus hijos cuanto habían recaudado intuitu muneris. ¿Solución? Nueva monstruosidad. Los hijos de los clérigos se considerarían sobrinos, no hijos. Los sobrinos no heredan. El patrimonio quedaría donde estaba. En la diócesis, en el convento, en la parroquia. De ahí a imponer radicalmente el celibato va poco trecho. Si los clérigos no pueden tener hijos, no pueden casarse. Si, no obstante, los tuvieren, no serán hijos, son sobrinos. Además, cometen sacrilegio. Puede que también barraganía. El Concilio Tridentino lo tuvo fácil. El celibato obligatorio se universalizó.

Claro que el que hace o dicta la Ley está por encima de la Ley. Dentro de la Iglesia lo hemos visto y lo vemos cada día. La Iglesia nunca ha sido un Estado de Derecho, donde todos, incluidos los mandatarios, estarían sujetos al imperio de la Ley. En el período anterior a las leyes comentadas era bastante normal que los Papas y obispos fueran hijos de Papas u obispos. San Inocencio I fue hijo del Papa Anastasio I. El Papa San Silverio era hijo del Papa San Hormisdas. Juan XI era hijo del Papa Sergio III. Otros Papas fueron hijos de obispos o de presbíteros: San Dámaso I, San Félix, Anastasio II, San Agapito I, Teodoro I, Marino I, Bonifacio VI, Juan XV. Incluso después de la ley del celibato obligatorio, en los siglos XV y XVI, fueron varios los Papas que engendraron hijos, bien siendo Papas, bien en su anterior condición de obispos: Inocencio III, Alejando VI, Julio II, Paulo III, Pío IV, Gregorio XIII. Sus hijos/as, al menos algunos/as, no se llamaron sobrinos/as ni sufrieron las exclusiones legales.

Las Leyes de Toro son una compilación realizada por voluntad testamentaria de Isabel la Católica. Fueron promulgadas por Juana Iª de Castilla (la Loca) en 1505. Son 85 leyes que recogen y actualizan el corpus legislativo de la Corona de Castilla en los anteriores siglos medievales. Tanto en la nueva regulación del Mayorazgo como en el completo derecho hereditario, se toca a los hijos de clérigos. Se les niega lo que a otros vástagos se les reconoce. Así, la Ley IX excluye a los hijos sacrílegos (hijos de clérigos ordenados in sacris y de frailes o monjas que hayan profesado) de la herencia de sus padres, trátese de testamento o ab intestato. También, por donación o venta. Por supuesto, quedan excluidos del Mayorazgo del que también son excluidos todos los clérigos, frailes y monjas. La exclusión es amplia y taxativa. Los hijos de clérigos y de frailes o monjas tampoco pueden heredar ni percibir bienes de los parientes de su padre y madre. Es verdad que algunos comentaristas suavizan esta exclusión cuando se refiere a la madre y/o a sus familiares, pero se trata de opiniones minoritarias y contaminadas por ideas y sentimientos posteriores. No sólo el hijo sacrílego sufría las consecuencias de su irregular concepción. En circunstancias singulares, la madre que hubiere tenido ayuntamiento con clérigo, judío o moro, era llevada al patíbulo.