Llevamos un camino con la forma de
expresarnos que es probable que en unos años no entendamos lo que
escribían los clásicos del siglo XX. Lo dice Millás hoy y al hilo de la
polémica sobre el topónimo “Uvieu” sale a la palestra
también Xose Luis García Arias para explicarnos que la mayoría de los
topónimos asturianos están deformados por alguna mano negra en el
Ministerio correspondiente, de los tiempos más negros aún, el Ministerio
del Tiempo, vamos. A parte del poco crédito que
me da este ex marista, esta posible circunstancia, no desdeñable, ha
dado pie a los bablistas, asturtxales e ilustrados de Caleya, que
abundan como las setas, para revisar con nuestro patrimonio con esa
energía indubitable que los que son portadores de la
verdad absoluta, bien alejado de lo que dice alguíen sabiamente y con
prudencia, como Julio Concepción, sobre “el lenguaje inmemorial
del suelo, desde tiempos `prerromanos, transmitido oralmente por
nuestros lugareños asturianos hasta estos días”
Erial
El alma es una canasta de mimbre rellena hasta los bordes de expresiones hechas
La expresión “como no podría ser de otro modo”
ha venido para quedarse. Cualquier político que se precie (o que se
deprecie) la repite dos o tres veces a lo largo de una entrevista. Pero
no son los únicos.
La utilizan mucho también los diseñadores de moda y los entrenadores de
fútbol, incluso algunos periodistas. Como no podría ser de otro modo,
esto o lo otro, o lo de más allá. Si buscas la frase en las noticias de
Google, aparecen 907.000 resultados. Casi
un millón de personas que cuando no saben cómo completar un
pensamiento, o de qué manera comenzarlo, dejan escapar de entre sus
labios el sintagma maldito. Como no podría ser de otro modo. El alma es
una canasta de mimbre rellena hasta los bordes de expresiones
hechas. Basta que se pudra una para que se pudran todas, como ocurre
con las manzanas. De ahí que el “como no podría ser de otro modo” salga
muchas veces descompuesto y nos quite las ganas de comer.
Estás viendo en el telediario escenas terribles de ancianas o niños
atrapados entre los escombros de un edificio y sigues envolviendo
tranquilamente los espaguetis alrededor del tenedor con la ayuda de la
cuchara. Pero aparece de súbito la autoridad competente
para declarar que, como no podría ser de otro modo, los trabajos de
rescate se prolongarán el tiempo que sea necesario y abandonas los
cubiertos sobre el plato para irte a devolver al cuarto de baño.
Vomitas, claro, como no podría ser de otro modo. La expresión
modal va calando poco a poco en nuestras conciencias de manera que
incluso aquellos a quienes más asco les da, que deben de ser los poetas,
la interiorizan como herramienta de uso corriendo el peligro de
deslizarla en uno de sus versos. Mi vida es un erial,
como no podría ser de otro modo.
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