Estamos empeñados en no entendernos porque leemos las
noticias a medias, noticias que a su vez nos llegan simplificadas de tal forma
que se destaca la anécdota y se manipula el sentido de lo que realmente se
quiere decir. Alguien ayer, Horacio creo, advirtió en la discusión sobre la
educación y la propuesta de Jose Antonio Marina que destacar el hecho de
relacionar calidad del profesorado con sus ingresos es solo una parte y
no la más importante de su propuesta. El revuelo levantado en algunos ámbitos,
el sindical el primero, ha obligado a Marina a puntualizar.
Agur
El libro de los
malentendidos
·
JOSÉ ANTONIO MARINA
Actualizado
06/11/201503:14
Para ayudar a traer la educación al debate público, acepté elaborar el
Libro
blanco de la profesión docente, sobre el que estos días se han alzado
varias
polémicas.
Me alegra que se hayan planteado, porque el debate sobre estos temas es
necesario, pero me entristece que se hayan basado en
malentendidos
o en
información fragmentada, porque pueden dar al traste con
una posibilidad que me parece hermosa. Es posible que haya tenido yo la culpa.
Para evitar precisamente malas interpretaciones, decidí trabajar a la vista de
todos. Por ello abrí una web explicando lo que mi equipo y yo estábamos
haciendo (
www.libroblanco.joseantoniomarina.net)
y además di un correo para que todo el que quisiera pudiera participar
mandándonos información. Eso ha hecho olvidar que
hasta que no esté
terminado no se puede decir nada sobre él. Está en construcción. Para
colmo de males, todo esto ha coincidido con la presentación de un libro mío
sobre la transformación de la escuela española -Despertad al diplodocus-, cuya
aparición estaba prevista desde antes de que el ministro me encargara el libro
blanco. Allí, desde un punto de vista más general, se habla de temas que tienen
que ver con los docentes. Algunos medios de comunicación han mezclado
información de las dos fuentes y ha sido otro motivo de equívocos. Han surgido
dos malentendidos que me gustaría aclarar.
"Han surgido malentendidos que me gustaría aclarar sobre la evaluación
de los docentes y sobre el uso de grabaciones para la formación de los
docentes"
Uno, relativo a la
evaluación
de los docentes, y otro al
uso de grabaciones para la formación de
los docentes. Empecemos con la evaluación. Ha irritado mucho que haya
ligado los incentivos al desempeño. Es algo que está recogido en el estatuto
del funcionariado, de modo que las reclamaciones, a él. Pero lo importante es
que necesitamos
mejorar
nuestro sistema educativo. Todos los estudios internacionales y nacionales
nos dicen que la acción de los docentes es imprescindible para conseguir una
escuela de calidad. No es el único factor, por supuesto, pero es el que va a
llevar cualquier cambio al aula o va a impulsarlo desde el aula. En todo el
mundo se trabaja para
atraer a la docencia a los mejores, para lo cual
es imprescindible prestigiar la profesión, reconocer su enorme
relevancia social, apelar a la vocación ética de muchas personas, y también
diseñar una carrera profesional atractiva, con posibilidades de desarrollo
personal y laboral. Y es ahí donde, como una de las tareas del libro blanco,
estamos estudiando la manera en que lo intentan otros países. Hay un ideal
común:
atraer al 30% de los mejores expedientes académicos al campo de
la educación. ¿Cómo podemos hacerlo?
Lo primero es diseñar una carrera profesional que permita a los docentes una
expansión de posibilidades, que presente alguna manera de progresar en ella.
Por supuesto que el premio mayor es la satisfacción del deber cumplido,
pero vamos a valorar también los premios que vienen después. Es necesario el reconocimiento
del esfuerzo, de la calidad, de la excelencia. No podemos seguir
alérgicos a todo lo que sea valorar el mérito. Al proponer que el desempeño de
los docentes debería ser evaluado, un sindicato ha dicho que no era necesario
porque los docentes, con sus ejercicios de ingreso, habían demostrado ya su
idoneidad. ¿De manera que una prueba de acceso asegura la competencia a
lo largo de una vida laboral entera? La idea de que 'yo ya me he
ganado el puesto porque me esforcé para ganar la oposición' entraña una lógica
malsana. Tampoco tiene razón Irene Rigau, consejera de
Educación catalana -que ha hecho cosas estupendas- cuando dice que no está de
acuerdo conmigo porque "todos los profesores tienen que ser muy
buenos". De acuerdo, ¿y eso cómo se hace? Sólo apunta a la selección de los
futuros docentes. Pero sucede que la transformación de la escuela
española no puede esperar a que nuevas generaciones de docentes maravillosos
sucedan a los que estamos. El cambio en la escuela tenemos que hacerlo
los docentes actuales, y hay que utilizar todas las astucias motivadoras para
conseguir que todos sean excelentes.
La siguiente crítica es que enseñar no es como fabricar tornillos. Es una
actividad que no se puede evaluar. Y entonces, se pone como ejemplo de
disparate que yo haya dicho que se debe medir la calidad de un profesor (y por
lo tanto sus incentivos) atendiendo a las notas de sus alumnos. Hay que saber
muy poco de evaluación educativa para pensar así.
La
calidad de la docencia se puede y se debe evaluar con los procedimientos
adecuados, y como la educación es un tema complejo, los criterios
deben ser complejos. Del repaso de los procedimientos que se utilizan en otros
países hemos seleccionado, hasta este momento, siete: (1) El
portfolio
del docente, es decir, toda su historia laboral, el modo como ha
actuado hasta ese momento, sus cursos, sus trabajos, etc. (2) El
progreso
educativo de sus alumnos. No se trata de la nota, sino de cómo ha
avanzado. Que un niño pase de tener un 1 a tener un 4 es un progreso mayor que
el de un alumno que pase de 9 a 10. Sin embargo, la nota de este último es
mucho más alta. (3) La
opinión de sus alumnos. (4) La
observación
en el aula de la actividad del profesor. Para ojos expertos, resulta
fácil saber si un profesor lo hace bien o mal. (5) El
modo de
relacionarse con las familias, que son un factor importante en el
proceso educativo. (6) La manera de participar en la vida del centro, de
cooperar con otros docentes en proyectos comunes, de mantener la relación en el
claustro, de colaborar a que haya una pasión por aprender. (7) La
calidad
del centro en que trabaja. ¿Por qué este último aspecto es importante?
Porque si el progreso de un profesor va ligado no sólo a la calidad de su
trabajo, sino también a la calidad del trabajo de sus compañeros, se esforzará
en que todos lo hagan muy bien. Estos factores de evaluación tienen que ser
ponderados, porque no todos tienen la misma relevancia, y tienen además que ser
corregidos atendiendo al entorno en que se mueve el centro, al número de
alumnos inmigrantes, a las condiciones económicas y sociales. Supongan que ser
profesor en un centro muy conflictivo tuviera más valor que serlo en un centro
sin problemas. Sería más fácil encontrar profesores que quisieran ir a ellos.
Creo que fue
Bayrou, un ministro francés de Educación, quien
propuso crear un cuerpo docente de élite especializado en centros muy
conflictivos. Me pareció una buena solución. En este momento,
en la
escuela pública, las plazas se van adjudicando por antigüedad o por méritos, lo
que hace que a los centros más complicados vayan los recién llegados.
No parece sensato.
"La calidad de la docencia se puede y se debe evaluar con los
procedimientos adecuados, y como la educación es compleja, los criterios deben
ser complejos"
La otra polémica que ha surgido la ha provocado un titular alarmante de
'ABC'. Al parecer, yo proponía "grabar las clases para evaluar al
profesor". Vino a verme un equipo de una televisión para preguntarme si
proponía poner cámaras de vigilancia en las aulas. Lo que había explicado con
todo detenimiento es que formar a un docente es complicado, y
que un método útil -que se aplica en EEUU no sólo en la docencia, sino, por
ejemplo, en el entrenamiento de psicólogos- es grabar una clase y
comentarla con el protagonista para ver los problemas, las virtudes,
los aciertos y las equivocaciones. A todos nos resulta muy difícil darnos
cuenta de cómo se nos ve desde fuera. Creemos que hemos sido amistosos y
tenemos un gesto hosco. Pensamos que hablamos con voz clara y no se nos
entiende. No nos percatamos de que damos la clase atendiendo a un solo alumno.
Esas cosas son muy fáciles de mostrar en un vídeo. Mencioné incluso que la Fundación
Bill y Melinda Gates ha dedicado 300 millones de dólares a un programa
llamado Measures of Effective Teaching que pretende hallar las claves para
mejorar la educación. Uno de sus objetivos es construir sistemas justos y
fiables para medir la calidad del docente. Un primer resumen de los resultados se ha publicado con el título
'Learning about teaching: Initial findings from the Measures of Effective
teaching Project'. En el proyecto han participado 3000 profesores
voluntarios. Se han grabado 20.000 clases, con los comentarios de los docentes,
que fueron analizadas para intentar sacar conclusiones.
Mi propósito al aceptar elaborar este libro blanco es hacerlo desde el aula
hacia el Ministerio, porque todos los que se han hecho han ido desde el
Ministerio
hacia las aulas. Supondría para mí una gran decepción que los malentendidos, la
actitud de recelo y desconfianza que se ha instalado en el mundo
educativo, frustrara esta oportunidad. No es mi libro blanco. Un libro
blanco, un 'white paper', es una documentación rigurosamente seleccionada y
ordenada para facilitar la tarea de los que tienen que tomar decisiones. No
pretendo nada más, pero tampoco nada menos.
José Antonio Marina es filósofo y autor del Libro Blanco
sobre la Profesión Docente.